Daniel, el talento de Tingo María que investiga uso de la robótica con fines educativos

Nota de prensa
Es un apasionado en la investigación y la enseñanza, inspirado en sus padres docentes.
Daniel Menacho muestra robot de fotogrametría.
Daniel Menacho en laboratorio de Alemania mira a la cámara
Daniel Menacho con su familia sentado en una banca de la universidad.

Fotos: Oficina de Comunicaciones y Relaciones Institucionales del Pronabec

16 de mayo de 2022 - 2:36 p. m.

Daniel Menacho Ordoñez era todavía un niño cuando le prometió a su padre que él también llegaría a Alemania a estudiar. “Siempre hablamos de las cosas que aún no suceden, somos muy soñadores”, comenta. Y como le gustaba ver el álbum de fotos familiar, agregó a su promesa que se tomaría la misma foto que su papá en la plaza central de Múnich.   

Daniel nació en Tingo María, Huánuco. Su papá es docente de la Universidad Nacional Agraria de la Selva, quien fue becado para realizar una pasantía en Alemania hace unos 20 años atrás. Inspirado por esta historia paterna, Daniel proyectó así su destino, que se cumplió en 2021, cuando llegó al país europeo como parte de un intercambio, al estar por concluir la carrera de Ingeniería Mecatrónica en la Pontificia Universidad Católica del Perú, con la Beca 18 Huallaga del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación. 

“Soy un apasionado por la investigación y la enseñanza, como el uso de la robótica con fines educativos, por lo que aproveché mi experiencia en Alemania para trabajar en el laboratorio de Mecánica y Robótica de la Universität Duisburg Essen, como asistente en el desarrollo de un modelo biomecánico de un caballo. Técnicamente realicé una descripción de uniones y juntas de los movimientos del cuerpo del animal”, indica Daniel, quien muestra con felicidad la foto que se tomó en la plaza central de Múnich y que evidencia el cumplimiento de su promesa. 

Daniel explica que en la actualidad la ciencia busca modos de poder entender la naturaleza o representarla: “Se comenzó primero con humanos. Esta tecnología permite realizar terapias de rehabilitación para saber si se ha recuperado en su totalidad la movilidad de algún hueso. Necesitas un modelo para comparar. En el caso del caballo es igual, para uso de veterinaria y también para un mayor conocimiento del desempeño que puede tener un caballo de paso o de carrera, por ejemplo”.

¿De dónde le viene a Daniel el deseo de investigar? Comenta que siempre tuvo las ganas de poder hacer algo diferente o aprender nuevas cosas. “Fue mi mamá, que también es docente de la universidad pública, quien me inspiró a ser investigador como ella. Gran parte de mi infancia la pasé en el laboratorio, acompañándola. Era mi parque de diversiones. Lo que más recuerdo es a ella con su bata blanca, dictando clases”, relata.

Daniel narra esta historia, en su propia voz, en el pódcast Crece del Pronabec, donde anima, además, a otros jóvenes estudiantes a cumplir sus sueños. “No rendirte es intentarlo varias veces”, señala él. Puede escucharse aquí: www.pronabec.gob.pe/daniel-menacho-no-rendirte-es-intentarlo-varias-veces 

El joven becario del Pronabec, de 23 años de edad, ha publicado ya dos papers y ha sido mentor de jóvenes universitarios de primeros ciclos en el desarrollo de un Cansat, un aparato con fines aeroespaciales, con el que ganaron el primer lugar en el Latin America Space Challenge, LASC, 2021. Daniel cuenta con mucha emoción esta experiencia, pues pudo darles la oportunidad de lograr grandes proyectos a los más jóvenes, algo que siempre buscó él cuando iniciaba su carrera universitaria. 

Daniel Menacho es además asistente de investigación en un proyecto del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec) sobre fotogrametría submarina, junto con el docente investigador Diego Arce. Aquí han logrado desarrollar y sumergir un robot en las aguas del mar peruano para tomar imágenes que les permitan luego recrear una realidad virtual con la que los niños, por ejemplo, puedan apreciar la riqueza de las aguas de nuestro litoral: “Es como trasladar un arrecife a un museo”, apunta el joven talento. En el contexto de la pandemia este proyecto busca impulsar otras formas de turismo.  

“La satisfacción para mí es ver a los seres que amo orgullosos de lo que logré”, enfatiza Daniel, quien asegura que todavía no es un investigador, pero que está dando pasos decisivos hacia ese camino. Además, confiesa que su gran deseo es enseñar: “Me gustaría ser profesor. Qué bonito es darles la oportunidad a otras personas”, señala, mientras se da una pausa en su trabajo mirando el mar peruano y meditando sobre su futuro como investigador peruano en robótica.