Marco, el talento que investiga un método para mejorar la conservación de uvas peruanas de exportación

Nota de prensa
Marco Pacheco Callirgos
Talento Marco Pacheco estudiando
Talento Marco Pacheco Callirgos y su mamá

Fotos: Oficina de Comunicaciones y Relaciones Institucionales

11 de abril de 2022 - 12:18 p. m.

La pandemia por el COVID-19, en el 2020, afectó a la familia de Marco Pacheco Callirgos y casi lo obliga a dejar la carrera de Ingeniería Mecánica. Sin embargo, la Beca de Continuidad de Estudios (BCE) le brindó la oportunidad de no truncar sus sueños y concluir sus estudios en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Hoy, el talento está concentrado en culminar su investigación que busca lograr, mediante la técnica del enfriamiento, una adecuada conservación poscosecha de la uva de mesa de exportación. 

“Mi mamá Rosa se dedicaba a la venta de artesanías, tejidos y suvenires, pero tuvo que dejar el negocio por la ausencia de turistas. A mi papá Augusto la emergencia sanitaria hizo que cerrara su pequeño consultorio de abogados. Nuestra economía se vio reducida de manera drástica”, cuenta. En este contexto, el joven talento de 23 años de edad se enteró del concurso BCE del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación. “Postulé y gané la beca. La beca representó un alivio económico para mis padres. Para mí fue una recompensa por mi buen rendimiento en la universidad. Realmente lo necesitaba”, dice.

Con la BCE, Marco pudo cubrir sus gastos académicos, principalmente. “Pronabec permitió que los talentos de la educación superior puedan seguir con sus carreras. Creo que el Estado peruano reconoció nuestro esfuerzo”, comenta el hijo de padres chiclayanos que se graduó con honores en el 2020, ocupando el décimo superior de su promoción en la universidad. 

En la actualidad, Marco trabaja en una empresa de refrigeración industrial como ingeniero de proyectos. Además, está por culminar su tesis sobre los sistemas de cosecha y poscosecha de la uva de mesa, con el fin de determinar los parámetros para una adecuada conservación poscosecha de este producto de exportación mediante el enfriamiento y la conservación en almacenes refrigerados. 

“Se revisaron diversos estudios, guías y referencias para determinar parámetros de velocidad de aire en enfriamientos por aire forzado, velocidad de aire en los almacenes refrigerados, condiciones de humedad relativa, influencia del empaquetado en el tiempo de enfriamiento y pérdida del agua en la uva”, comenta sobre su investigación. Añade que puede aplicarse en otros alimentos, como las cerezas y los arándanos. 

¿Cómo nació su pasión por la ingeniería mecánica? El becario afirma que desde niño fue muy curioso y le fascinaba saber cómo funcionaba todo a su alrededor y de qué manera se podía mejorar, pero fue su primo quien lo involucró en este oficio. “Cuando le conté que postularía a la carrera, lo primero que hizo fue regalarme un par de botas. Me dijo que ‘serían mis fieles compañeras’ y hasta ahora las uso. Las llevo por todos lados. Así empezó todo”, recuerda.

Sin embargo, el camino para ser un profesional de éxito no fue fácil. “Ingresé de manera directa por el convenio que tenía mi colegio, pero me costó adaptarme. Llevé cursos introductorios de nivel cero y sufrí bastante. Cuando me comenzaron a dictar las asignaturas de la especialidad, sentía que era lo que siempre había querido. No estudiaba para aprobar un examen, sino porque quería aprender más”, comenta. Antes de finalizar, Marco invita a los jóvenes estudiantes de la educación superior, afectados económicamente por la pandemia, a postular, hasta el 18 de abril de 2022, al concurso Beca de Continuidad de Estudios del Pronabec.  

Esta noticia pertenece al compendio Talentos en Acción