Variedad de quinua de Puno muestra alto potencial de adaptación y rendimiento en la sierra de Piura

Comunicado

21 de febrero de 2018 - 2:50 p. m.

Una investigación llevada a cabo por el Programa Nacional de Innovación Agraria (PNIA) con la colaboración del Instituto de Gestión de Cuencas Hidrográficas (IGCH) evidenció que la semilla de quinua INIA 431 Altiplano puede obtener altos niveles de productividad en ámbitos de la sierra de Piura, si se cultiva con adecuadas prácticas de manejo agrícola.

El proyecto ‘Validación de variedades de quinua de alto potencial productivo’ tuvo una duración de 12 meses y fue ejecutado por la Asociación de Pequeños Agricultores Agroecológicos Cruz Azul en la provincia de Morropón (Piura).

La investigación realiza una comparación de tres variedades de semillas de quinua nativas de la región Puno (INIA 431-AltiplanoINIA 420-Negra Collana y Salcedo INIA), usando tres tipos diferentes de tratamientos de fertilización (guano de isla, humus y sin fertilización), para identificar cuál es la semilla con la que se obtienen mejores resultados de productividad en las condiciones climáticas del Centro Poblado de Cruz Azul, en el distrito de Santa Catalina de Mossa (Morropón, Piura).

Para llevar adelante este experimento se utilizó un campo de 8,100 m2 con cuatro bloques de 2,025 m2 y 9 unidades experimentales de 225 m2 cada una. Asimismo se verificaron condiciones climáticas especiales: altitud de 1,800 msnm; temperatura máxima promedio de 20.7 ºC;  temperatura mínima de 10.5; humedad relativa promedio de 82.2%, precipitación de 3.3 mm; y evapotranspiración de 3.8mm/día.

Entre las técnicas de sanidad vegetal resaltan el control etológico de plagas (gusano trozador, mosquilla o trips) mediante el uso de trampas (pegamento agrícola untado en plástico amarillo, negro y azul). Destaca, asimismo, el uso eficiente del agua, gracias a un sistema de riego por aspersión que redujo el uso del recurso hídrico de 10,000 m3/ha a 6,000 m3/ha. Los resultados,  indican que la variedad que mostró mejor desempeño es la INIA 431-Altiplano con fertilización a base de guano de isla (en dosis de 30 QQ/ha abonado en dos momentos: al preparar el suelo y durante el aporque), que logró una productividad de 1,750 kg/ha; superando a la Negra Collana (1,363.20 kg/ha) y a la Salcedo (604.15 kg/ha).

En suma, el proyecto ha demostrado la posibilidad del cultivo sostenible de la quinua en el norte del país, involucrando, entre otros puntos, la elaboración de compost y biol (abonos orgánicos) a partir de los restos de la cosecha y estiércol de animales y el trabajo a favor de la agrodiversidad, al seleccionar las mejores semillas y panojas (conjunto de espigas) para la siguiente campaña. De esa forma, se contribuye a la preservación de material genético.