Historias que nos unen: “Mi corazón está alegre por aprender”
Nota de prensaA sus 72 años, Dora Espíritu tiene una nueva oportunidad en su vida al iniciar un proceso de alfabetización digital.





8 de junio de 2024 - 5:59 a. m.
Cuando tuvo 6 años, Dora Espíritu Altazu quedó deslumbrada por los cursos de comunicación y matemáticas. A ella le gustaba cómo las letras y los números le permitían descifrar palabras, oraciones, resultados de sumas y restar, pero las condiciones en las que vivía frenó todos sus sueños. Han pasado cerca de 7 décadas para que pueda encontrar una nueva oportunidad y adaptarse a la tecnología.
“Mis padres eran agricultores. Cuando venían de trabajar, mi madre me enseñaba todo acerca de las semillas, el proceso de cómo se debe sembrar y cosechar. Siempre me ha gustado aprender. Es por eso que quería aprender a leer y escribir, para hacer un librito con todos los consejos de mi mamita. Lamentablemente, solo me quedé en primer grado, éramos muchos y no había dinero”, contó con nostalgia.
Dora y toda su familia son la comunidad nativa Tsachopén del pueblo yanesha, ubicado en el distrito de Chontabamba (Pasco), donde aprendió a hacer artesanías, diseños tradicionales en la vestimenta, platos típicos, y más talentos que le permitieron generar ingresos en su hogar por el bien de sus 7 hijos.
“Ellos ya han crecido y me agradecen el esfuerzo, Hay días que me visitan y me traen algunas cositas. Ahora que estoy sola en casa, llegó una oportunidad que no puedo desaprovechar”, agregó. Dora se sumó a un programa de alfabetización digital que lleva a cabo Pensión 65 con apoyo de diversas municipalidades, con el objetivo de que los adultos mayores aprendan a leer, escribir y operaciones matemáticas básicas.
“Me siento muy feliz porque ahora conozco nuevas palabras. También sabré leer y así conocer nuevas canciones, que podré cantar si equivocarme. Me gusta bastante este plan porque estamos usando tablets, algo nuevo para mí. Recuerdo todas las dificultades que pasó mi familia y mis sueños frustrados”, contó hasta que su voz se quebró y lloró de emoción. “Mi corazón está alegre por aprender, por eso lloro, nunca imaginé que esto pasaría”, añadió.
Ama la tecnología
Además de aprender a leer y escribir, Espíritu sabrá cómo usar la tecnología para potenciar sus habilidades, como la costura y el tejido. “Ya he visto algunos videos donde enseñan técnicas de bordados. Me sorprendió mucho, porque conoceré más cada día, haciendo que mis trabajos mejoren y sean más bonitos”, dijo entusiasmada.
“Agradezco esta nueva oportunidad de aprender. Por eso desde muy joven trabajé en chacras y vendiendo artesanía, un ejemplo de lo mucho que me gusta aprender. Me ayudo con mis productos en casa y en las sesiones que recibiré podré ver videos con detalles que puedo mejorar en mis collares, vestimentas y vinchas. Mi corazón no puede con tanta felicidad”, manifestó.
Dora y su motivación
Doña Dora tiene otra motivación para continuar con las sesiones de alfabetización digital: sus nietos. Los más pequeños de su familia, que constantemente la visitan para escuchar sus historias, conocer los secretos de la comunidad tsachopén y las leyendas urbanas que guarda esta cultura; están iniciando la primaria. “No me importa mi edad, yo quiero leer, sumar, restar, y más cosas que me permitan enseñar a mis niños. Yo estoy empezando, aunque ya estoy mayor, creo que nunca es tarde para alcanzar las metas y sueños que uno tiene cuando duerme. Voy a lograrlo”, reflexionó.
Pasco, 8 de junio de 2024
Pasco, 8 de junio de 2024
Unidad de Comunicación e Imagen
Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65
Esta noticia pertenece al compendio Historias Que Nos Unen