Historias que nos unen: Yomblon y su tejedora de tradiciones
Nota de prensaMartina Castañeda se ha convertido es un símbolo en su localidad por sus alforjas y mantas



1 de junio de 2024 - 7:00 a. m.
Dentro del distrito de Pisuquía, provincia de Luya (Amazonas), se encuentra el centro poblado de Yomblon, un lugar mágico donde la flora y fauna reconfortan el espíritu y lo llenan de paz. A unos metros de la iglesia y la plaza central de la localidad, se encuentra Martina Castañeda Guevara, quien se ha convertido en un referente entre sus vecinos por mantener viva la tradición de elaborar alforjas y mantas de manera artesanal, con lana de las ovejas que cría con tanto cuidado.
A sus 76 años, “La gran tejedora”, como la conocen sus amigos, clientes y turistas; comienza su día desde que el sol ilumina resplandece en su pueblo. Se prepara una taza de café y lo acompaña con un par de panes que salen de un horno de piedra que tiene una vecina. Su vida estuvo llena de obstáculos y momentos difíciles, pero sus hijos fueron el impulso para continuar.
Martina dice que aprendió a tejer a los 20 años poniendo atención cuando su madre lo hacía, pero sus clases empezaron desde niña, todas las mañanas al recolectar la lana; luego le llamó la atención la forma que armaban las telas y el proceso del teñido ya que utilizaban insumos de la propia naturaleza, para que el tono final no pierda su esencia y así, ella logró que ese detalle sea el sello característico de su arte.
Gracias a esa transmisión de conocimientos ancestrales, Castañeda Guevara hizo posible que en casa no faltaran los principales alimentos, ropa ni medicinas cuando lo necesitaban. Su esposo, Leonidas Muñoz Olivares, trabajaba en el campo, mientras ella cuidaba de sus 4 niños y 2 niñas. Cuando sus pequeños crecieron, tuvo la idea de aplicar las enseñanzas de su progenitora para generar un ingreso adicional a su hogar.
TALENTO ANCESTRAL
Fue así que Martina organizó un espacio en casa para tejer, tranquilo para que se pueda concentrar y lo mejor, con una hermosa vista hacia los montes llenos de vegetación de su amada Yomblon. “Mi mamá me dio todos los secretos para hacer una buena alforja, que es una especie de bolso que se puede para todo, como guardar productos de la chacra o hacer compras. Eso sí, siempre me recomendaba que lo haga con calma y disfrutando la belleza de nuestro paisaje que es único”, declaró.
“La gran tejedora” detalló que en una semana puede terminar una alforja. “Para tener material de primera, cuido bien a mis dos ovejitas que me dan lo que necesito para mi trabajo. También hago peleoneras, que se utilizan como enjalma en los caballos y carguen cosas sin lastimarse. Todo lo que hago es lo que me enseñó mi madre. También aprendí de ella a luchar contra las adversidades y que lo poco o mucho que haga, lo haga bien”, reflexionó.
ESPÍRITU INQUEBRANTABLE
Martina y su esposo tuvieron complicaciones médicas. A pesar de los problemas, pudieron encontrar la luz en medio de la oscuridad. Sus hijos agradecen todo el esfuerzo que han dado por ellos y los visitan cada vez que pueden. Debido al paso del tiempo, Leonidas ya no tiene las mismas fuerzas que hace unas décadas y por eso, su trabajo es esporádico. Fue ahí que Castañeda fue empadronada por su municipalidad y sumó al programa Pensión 65, que le brinda una subvención económica bimestral de S/250 y la ha incluido en la Intervención de Saberes Productivos por su notable talento con las alforjas.
Amazonas, 1 de junio de 2024
Amazonas, 1 de junio de 2024
Unidad de Comunicación e Imagen
Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65
Esta noticia pertenece al compendio Historias Que Nos Unen