Historias que nos unen: Aurelio Sánchez, el rey de las abejas

Lleno de orgullo, Aurelio Sánchez, uno de los más diestros apicultores del distrito de Illimo, región Lambayeque nos muestra los productos de alta calidad que elabora con ahínco y entrega. Gracias a la miel de abeja, su familia pudo sobrevivir a los más grandes retos y dificultades que el destino les deparó.

 

Aurelio nació en el año 1945 en Batán Grande, en el seno de una familia de apicultores tradicionales. Sus padres empezaron a criar abejas en el Bosque de Pómac y a los 12 años se incorporó a esta actividad familiar.

 

Tiempo después, conoció a Karl Weiss un educador alemán que se asentó en el Bosque de Pómac y construyó una planta de producción de miel de abejas, con técnicas y equipos modernos para la época. Del señor Weiss, Aurelio aprendió fundamentales conocimientos que luego pondría en práctica, como la organización, el orden y detalles de cada fase.

 

El amor lo hizo dejar Batán Grande. Se enamoró de Catalina Suclupe, decidió casarse con ella y empezar una nueva vida en Illimo, conocida como “La capital de la miel”. Con mucho esfuerzo inició su pequeño negocio y lo levantó una y otra vez pese a que los desastres naturales como el fenómeno El Niño, lo obligaban a empezar de cero. 

 

Producto de su trabajo con las abejas Aurelio logró darles estudios a sus hijos. Sin embargo, la apicultura tradicional no es una faena simple y por un tiempo, tuvo que dedicarse a otras actividades como criar aves. 

 

En marzo de este año durante el ciclón Yaku, tuvo que sortear el reto más grande, ya que Illimo fue uno de los distritos más afectados, pues las aguas del río La Leche inundaron varias viviendas como la de su familia, y arrasaron con más de la mitad de sus colmenas. A pesar de ello, debido a su perseverancia y a la subvención económica que recibe del Estado a través de Pensión 65,  pudo salvar el emprendimiento que tanto ama y al que le ha dedicado toda su vida.

 

Hoy, Aurelio produce miel, algarrobina, propóleo y polen de la mejor calidad. Él no solo le transmite sus conocimientos a sus hijos, quienes siguen sus pasos como apicultores, sino también a las nuevas generaciones y a todo aquel interesado en la crianza respetuosa de abejas. 

Lima, 16 de diciembre de 2023