Historias que nos unen: Manuela Liza, maestra tejedora de sombreros
Nota de prensaLleva 70 años practicando la técnica en paja


18 de noviembre de 2023 - 8:00 a. m.
Desde muy pequeña Manuela pasaba horas observando a su madre entrelazar espléndidos sombreros de paja, emblema del distrito de Eten. La calma con la que su mamá Eusebia Neciosup, convertía el junco seco en refinadas piezas, la motivó a aprender este arte ancestral trasmitido por generaciones.
A temprana edad, empezó a tejer tiras largas a modo de correas y a los ocho años, Manuela logró terminar su primer sombrero demostrando a su familia y vecinos que tenía talento y amor por las tradiciones de su pueblo. Desde entonces, ella siguió tejiendo y dedicó su vida entera a mantener esta técnica prehispánica vigente en la mente y en las manos de las mujeres de su ciudad.
Con el transcurrir del tiempo, Manuela comprendió que, así como ella aprendió de su madre, ahora ella debía enseñar a las jóvenes de su localidad. Por eso, hace siete años participa en las sesiones de transmisión intergeneracional de la intervención Saberes Productivos del Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65. Asiste cinco veces al mes a las instituciones educativas 11027 Divino Niño del Milagro y al centro educativo Cascajales, para ilustrar a los niños y adolescentes las técnicas e historia del tejido de sombreros en paja. “Hay que tener paciencia, poquito a poquito ellos (los alumnos) aprenden”, reflexiona Manuela.
“Doña Manuela”, como le dicen sus jóvenes aprendices, recuerda con alegría el día que le llegó la invitación para compartir sus saberes, pues nunca imaginó que sería maestra, pero el cariño que le tienen los niños y los excelentes trabajos que elaboran, reflejan que está más que calificada para la misión encomendada.
Su buen humor es una de sus características y ni hablar de lo cariñosa que es con sus alumnos. Nunca falta a las sesiones y dicta sus lecciones utilizando el método que aprendió de su madre. Comenta que cada vez que dicta una clase, recuerda a su esposo fallecido - hace seis años - ya que él la impulsaba a compartir sus conocimientos con los más pequeños.
Tejer no solo le proporciona ingresos económicos extra, también la hace sentirse activa, dueña de su tiempo y reconocida por su comunidad. Hoy vive sola a unas cuadras del Parque Ecológico Pedro Ruiz Gallo, pero no siente la soledad, pues se siente feliz pensando en sus pequeños alumnos, saber que sus enseñanzas pueden brindarles la oportunidad de trabajar y salir adelante.
Con 78 años, Manuelita tiene el sueño de seguir tejiendo, compartiendo con su comunidad y, por supuesto, continuar incentivando en los más pequeños el amor por las tradiciones de ciudad Eten.
Lima, 18 de noviembre de 2023
Lima, 18 de noviembre de 2023
Unidad de Comunicación e Imagen
Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65
Esta noticia pertenece al compendio Historias Que Nos Unen