Historias que nos unen: ‘La Colcacha’ de los mil y un saberes

El distrito amazónico de Colcamar, en la provincia de Luya, vio nacer a Damiana Chávez de Occ en 1946 y tras más de setenta años se ha convertido es una de las líderes de su comunidad. Una mujer activa, luchadora, creativa y, sobre todo, solidaria. 

Debido a las condiciones económicas de su familia y la distancia lejana de las escuelas, solo estudió la primaria completa. Desde pequeña tuvo que dedicarse a los trabajos del hogar para ayudar a su madre y tres hermanas. “Desde niña he agarrado la yunta, la lampa, trabajo que normalmente hacen los hombres en el campo, pero aprendí mucho de eso”, cuenta con nostalgia.

En su comunidad no había agua, luz y tampoco sustento para comprar jabón o detergente para el uso doméstico, por lo que usaban plantas para sustituir otros productos.

“No teníamos agua, luz, radio ni tele. Por eso usábamos plantas como el ayrampo o penca de sábila para lavar. De niña tambien aprendí a hacer tejidos de frazada, alfombras de lana y algodón. Asimismo, realizo el tejido con cabuya que sirve para soga de los chanchos, toros y ovejas.

Pero sus saberes no quedan ahí. “La Colcacha de Corazón”, como también se define, conoce sobre el uso de plantas medicinales para tratar o curar enfermedades. “Como no habían postas o centros de salud, aprendimos a usar plantas como la hierba santa y la ruda para curar dolores de estómago o la fiebre”, explica.

Por otro lado, doña Damiana nos cuenta con alegría que es una melómana y danzante por naturaleza. En los días de fiesta patronal demostraba su habilidad para los bailes y el canto en castellano y quechua. “Cuando era joven bailaba huayno y marinera, pero hoy en día ya no puedo porque me han diagnosticado que tengo osteoporosis”, relata.

Y si de comida se trata, Damiana es la experta en platos típicos con los secretos culinarios ancestrales. Es reconocida en su comunidad y está siempre presente cuando se realiza la “Mesa”, banquete donde se sirven los siete platos típicos acompañados del “purtu” mute” y del riquísimo guarapo, bebida a base de caña de azúcar que nos ha prometido preparar cuando la visitemos.

Doña Damiana es una mujer justa, valiente y solidaria. Fue en el 2014 cuando la comunidad la eligió como la flamante presidenta del Centro Integral del Adulto Mayor (CIAM) de Colcamar y uno de los aportes más importantes fue la gestión para que los adultos mayores tengan un local.

“Convocamos a un grupo de adultos mayores y cuando nos visitó el presidente de ese entonces le pedimos, a través de una carta, un local para el CIAM, sin embargo, nos dijeron que era potestad del municipio, y entre idas y venidas logramos que nos donen un terreno con el local listo. Yo fui presidenta hasta el 2019, luego vino la pandemia y el local quedó abandonado”, nos detalla.

Asimismo, el Gobierno Regional de Amazonas le otorgó un reconocimiento en Mérito a la “Mujer, ejemplo de vida” en el año 2016. 

Hoy por hoy Damiana vive con su esposo, ambos son beneficiarios de Pensión 65 y usan estos recursos para comprar sus medicinas y alimento. “Los dos estamos en el programa social y estamos muy agradecidos. Sé que este año el subsidio bimestral será de 300 soles y de verdad nos ayudará mucho”, expresa.

Lo importante y admirable en Damiana es que, a pesar de los obstáculos y dificultades, por la extrema pobreza en que vivía supo salir a delante gracias a sus saberes y habilidades; todas estas cualidades y habilidades las está transmitiendo a las nuevas generaciones y a toda la comunidad. Periódicamente la señora Damiana acude a la Institución Educativa del distrito para brindar sus saberes, con el objetivo de que lo bueno de nuestros abuelos y abuelas se transmita a las nuevas generaciones.