Historias que nos unen: Don Marcelino y el arte que vibra en el sur del país

Nota Informativa
La guitarra, la flauta y él son inseparables. Canta y baila desde niño en su natal Ica.
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Unidad de Comunicación e Imagen.

31 de diciembre de 2022 - 8:00 a. m.

El viaje de tres horas y media en camioneta de Lima a Ica de madrugada quedó en el olvido cuando conocimos a don Marcelino Bendezú Bonilla (74 años), beneficiario de Pensión 65 que nos recibió con los brazos abiertos. Y es que al vernos ingresar a su casa ubicada en el distrito de Pachacútec, provincia y región de Ica, su rostro esbozó una sonrisa como quien recibe la visita de un amigo de años o un familiar que no ve hace mucho tiempo.

En ese mismo instante, Marcelino fue a buscar su guitarra, una flauta y un par de sillas para sentarnos a conversar y a demostrar su talento. La sonrisa no se la quitaba nadie, ni los mosquitos que planeaban incomodar la charla.

Marcelino nos cuenta que conoció la música desde niño, cuando sus tíos le enseñaron a tocar la guitarra y la flauta, instrumentos que hoy en día se han convertido en una suerte de piernas y brazos, porque realmente son sus más grandes acompañantes.

“Aquí vine a vivir desde niño con mi abuela, mi mamá y padre político. Todo este terreno era grande y por eso le hemos dado a la familia para que podamos vivir todos juntos. En ese entonces, mis tíos me enseñaron a tocar la guitarra y flauta, hasta ahora me acuerdo”, relata con nostalgia.

Según nos comenta Marcelino, su madre estaba ansiosa porque quería que a su hijo le vaya bien en los estudios, sin embargo, nunca le pudo agarrar el gusto al tema académico, por lo que se dedicó a las labores de campo desde muy joven.

“Hemos cultivado calabaza, alfalfa, maíz, camote y muchos más productos en la chacra. Ese trabajo también nos ha ayudado con la economía porque yo no quise estudiar, mi mamá quería, pero no le pude agarrar el gusto”, comenta, quizá con pesar.

Un artista completo

Cuando a Marcelino le hablan de música, su estado de ánimo cambia; y es que siempre ha participado en eventos, concursos y danzas en su comunidad, por lo tanto, podemos decir que es un artista hecho y derecho.

“Más que un género en particular, me gusta la música, marinera, huayno, cumbia, baladas, rancheras, de todo realmente. A veces nos invitan en Chincha y Pisco a unos eventos, aniversarios y nos vamos, me pongo a tocar la guitarra, bailo, me divierto así”, cuenta muy contento.

Lo que no sabía Marcelino es que nosotros queríamos ver siquiera un poquito de su gran talento y de ninguna manera dudó en ponerse el atuendo de la Danza Los Negritos para bailar y cantar. “Señora Santana, ¿por qué llora el niño?, por una manzana que se le ha perdido, por una manzana que se le ha perdido”, canta mientras da unos pasos y saltos que a decir verdad nos sorprendió. La frescura, fuerza, habilidad y alegría que hasta muchos jóvenes quisieran tener.

El distrito iqueño de Pachacútec es y será su público cautivo, ese que lo vio crecer, trabajar, cantar y encantar. La conversación va llegando a su fin, el cielo, algo más nublado, nos dice que llegó la hora de partir a casa, no sin antes agradecer a la vida por permitirnos conocer a don Marcelino, quien nos regaló su tiempo, su esfuerzo, su arte y, sobre todo, una sonrisa que jamás olvidaremos.

La música en su vida

Marcelino toca la guitarra y la flauta. Intentó en algún momento aprender otros instrumentos como el arpa, pero continuó como su guitarrita flauta antigua. En algún momento tuvo una guitarra arequipeña grande, pero hoy en día tiene una clásica, algo desprolija, pero con un capotraste que le permite tocar varios géneros y canciones. Cuando lo visitamos tocó huayno, música costeña y hasta rancheras.


No le hace ruido ni incomoda hablar de géneros musicales. Mientras haya música, es feliz. Debíamos esperar algunos minutos entre pregunta y respuesta porque no dejaba de tocar la guitarra. Eso es realmente amor al arte y solo nos quedaba aplaudir su gran talento.

Datos:

  • El Programa Nacional Pensión 65, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), atiende a 7160 personas adultas mayores en las cinco provincias de la región Ica.

  • En los 14 distritos que conforman la provincia de Ica, Pensión 65 atiende a 2565 beneficiarios y beneficiarias en condición vulnerable.

  • El programa enfoca sus esfuerzos en llegar a los adultos mayores de las zonas más alejadas del Perú.

Esta noticia pertenece al compendio Historias Que Nos Unen