Historias que nos unen: "La Loretana" es el corazón del desierto

Matilde tiene 73 años y no puede estar quieta. Ella nació en Loreto, pero ha vivido en Tarma, en Huancavelica, en Lima y ha viajado incluso a Colombia y a Brasil para ganarse la vida vendiendo huevos. Su determinación y entrega la llevaron a defender a puño limpio sus derechos y de las personas más humildes.

Doña Matilde Díaz Molano nació en Iquitos, y su niñez la recuerda rodeada de naturaleza y con todo al alcance de la mano para llevar una vida tranquila gracias a la chacra que tenía su madre, una colombiana que se asentó en la selva peruana.

“Mi mamá tenía de todo en su chacra. No nos faltaba nada, teníamos frutas, verduras, aprovechábamos a los animales del monte. Llevábamos una vida tranquila, gracias al trabajo y esfuerzo de mi madre”, recuerda con cierta nostalgia.

Pero Matilde no podía quedarse en un solo lugar. A los 11 años aprovechó que su hermana mayor vivía en Tarma para irse con ella. Allá terminó el colegio y cuando tenía 20 años regresó a Iquitos. Sin embargo, tampoco se quedaría mucho tiempo en su tierra natal. Tras la muerte de su madre y luego de formar una familia, tuvo que trasladarse a diferentes lugares buscando una vida mejor.

En Huancavelica les daba pensión a los trabajadores de una mina. Allá puso un pequeño restaurante que bautizó como “La Loretana”, un nombre que con el tiempo se convirtió en un sobrenombre que la hizo conocida y respetada en el centro poblado El Rosario, en Ica, donde vive desde hace más de 10 años.

El asentamiento humano Bellavista del Rosario está ubicado en el distrito de Los Aquijes, en la provincia de Ica, en la región del mismo nombre. Cuando Matilde llegó e instaló sus esteras para empezar una nueva vida, ya sabía que nada sería fácil, pero valor y determinación nunca le faltaron, ni siquiera cuando debió enfrentarse a puño limpio con hombres que se querían aprovechar de la gente pobre.

“Aquí, otras directivas se robaron hasta 48 mil soles de la gente pobre. Los tuvimos que echar y volver a empezar para seguir avanzando. Muchas casitas se quemaron porque las familias usábamos velas para alumbrarnos. A pesar de eso, nos respondían que ‘los cholitos pueden esperar’ cuando pedíamos lo que es justo”, nos cuenta.

 Aunque no nació en esta parte del país, doña Matilde se siente una iqueña más. Nada la detuvo a la hora de tocar la puerta de las autoridades para pedir que les pusieran luz. Cuando lo logró no se quedó de brazos cruzados y siguió con su lucha hasta conseguir que les pusieran agua y luego la titulación de sus terrenos. Nunca estuvo sola en esta tarea, pero su empuje movió a todos los habitantes de Bellavista del Rosario.

Actualmente, Matilde es presidenta del Programa Cuna Más, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), su periodo culmina en diciembre del presente año, pero ella sigue adelante con su pequeño negocio de venta de plantas medicinales, jarabes y platos típicos de la Selva.

 

Los trabajadores que pusieron la luz y el agua en Bellavista del Rosario disfrutaron de la mazamorra de plátano, del chapo de maduro, de la aguajina y el inchicapi que preparaba “La Loretana”, como la conocen hasta ahora.

 

“El dinero de Pensión 65 lo uso para comprar mis alimentos y pagar el agua y la luz. También ayudo a otras familias que quieren titular sus terrenos", nos cuenta.

“Fui la segunda presidenta de la Junta directiva y desde que acepté el reto me dije no paro hasta ver este lugar lleno de árboles y flores”. Ella es Matilde, beneficiaria de Pensión 65, el corazón del desierto en Ica.

• El Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), atiende a 7160 en las cinco provincias de la región Ica.

 

• En los 14 distritos que conforman la provincia de Ica, el programa Pensión 65 atiende a 2565 adultos mayores en condición vulnerable.

 

• En el distrito de Los Aquijes, ubicado en la provincia de Ica, el programa Pensión 65 atiende a 347 personas adultas mayores. Una de ellas es doña Matilde Díaz Molano.