Historias que nos unen: Jorge Altamirano, el pintor de la Lima antigua

Nota Informativa
Pintor paisajista urbano vive en el jr. Quilca. En sus lienzos vuelve a dar vida a la Ciudad de los Reyes.

Unidad de Comunicación e Imagen

17 de setiembre de 2022 - 8:00 a. m.

Las enfermedades que padece ya no le permiten caminar bien, pero eso, dice, no le impide ni le impedirá jamás seguir pintando. “Pintaré hasta el último día de mi vida”, expresa, seguro de sus palabras, el pintor de la Lima antigua, Jorge Altamirano Pizarro. 

A decir de sus vecinos y amigos, este hombre de 76 años no solo tiene talento para el arte, sino que también es un hombre bueno; solitario, pero con mucha humanidad, pues es capaz de ayudar a otros así se quede sin un solo centavo en el bolsillo. 

Don Jorge es un autodidacta. A los 27 años optó por dedicarse a la pintura, luego de trabajar en el taller de un recocido pintor en el distrito de Magdalena. Antes fue un mil oficios: electricista, carpintero, linotipista, vendedor y hasta maestro en las obras de remodelación de las principales calles del Centro de Lima. 

 “Nunca le puse peros al trabajo, estuve dispuesto a trabajar en lo que me ofrecían, pero lo mío siempre fue la pintura. Es algo que me apasionó desde chico”, cuenta. 

Ha pintado de todo, pero su especialidad es el paisajismo urbano, especialmente de la Lima Antigua, la ciudad que lo vio nacer y crecer. Así le volvió a dar vida a las casas y los balcones, las plazas, las iglesias, a la imagen del Señor de los Milagros y Santa Rosa de Lima, y también a sus personajes más populares. 

 “Mi arte está en varios países, pues mis cuadros los compraban turistas de diversos continentes”. Y es que, como pintor ambulante entre los años 80 y 90, don Jorge recorría el Centro de Lima ofreciendo sus pinturas. Sus puntos de venta más importante eran el hotel Crillón, el hotel Bolívar y los alrededores de la Plaza de Armas. 

Un callejón de un solo caño, situado en el N° 250 del jirón Quilca, en el centro de Lima, es la casa taller de este artista desde hace 58 años. Allí vivió antes con su madre y al fallecer esta se quedó solo, pues no tuvo hijos y tampoco se casó.

 “No quise tener hijos porque mi situación económica fue inestable. Por eso no quise causar sufrimiento a nadie”. Además, su niñez estuvo marcada por el trato duro de su padrastro, lo cual contribuyó a su decisión de no tener hijos. 

Desde su casa ubicada a unos pasos de la Plaza San Martín, en la que fue la zona más bohemia del Cetro de Lima, don Jorge ha visto pasar el tiempo y ha sido testigo de muchos cambios en la ciudad, la desaparición de muchos lugares históricos y también de la recuperación de otros. Cuenta que fue amigo de poetas, pintores, actores y periodistas, entre ellos el actor Hadson Valdivia.

Don Jorge, quien es beneficiario de Pensión 65 desde el año 2014, se siente contento de pertenecer al Programa, pues dice que se ha convertido en una luz de esperanza para su vida, ya que, al no tener familia, ni ingresos, la subvención le permite seguir adelante.

Y aunque su salud se encuentra resquebrajada, no pierde la energía para pintar. Incluso enseña lo que sabe a los niños que se lo solicitan. “Lo mío es el paisajismo, pero también hago retratos a pedido. Me mandan una foto y yo mismo soy”, dice con la alegría y amabilidad que lo caracteriza. 


DATOS


Sabio del arte. Jorge Altamirano es pintor desde hace más de 60 años. En sus lienzos ha retratado a toda la Lima Antigua, sus costumbres y personajes. El trabajo de este artista se puede adquirir llamando al teléfono 985915744.

Saberes Productivos es una intervención del Programa Pensión 65 y los gobiernos locales, que tiene como finalidad revalorara los adultos mayores como portadores de conocimientos y prácticas tradicionales que son activos para sus comunidades.

Pensión 65 atiende a 4,775 usuarios en la región Lima y a 23 914 usuarias y usuarios en el Cercado de Lima.