Dios, familia y trabajo
Nota de prensa


17 de abril de 2021 - 12:00 a. m.
La provincia de Condorcanqui es una de las siete que conforman el departamento de Amazonas. Se divide en tres distritos: El Cenepa, Santa María de Nieva y Río Santiago. Andrés Huajacha Chumbe vive en Muchinguis, a unas seis horas navegando por el río, desde el distrito Río Santiago. En esta comunidad del pueblo awajún, viven de la pequeña agricultura. Pero algunos, como Andrés, que tiene 71 años, construyen cochas. “Antes me dedicaba al cultivo del maíz, del plátano… Pero ahora manejo cacao, ¡y tengo una piscigranja! Aquí llueve bastante, entonces el agua de la cocha se cambia sola”, dice, en awajún, el señor Huajacha.
Gracias a la piscigranja y el cacao, el señor Huajacha vive en Muchinguis. Aún no puede vender ni los peces que cría en la cocha –gamitanas, pacos y dorados–, ni el cacao; por lo pronto, le sirven para alimentar el hogar –vive solo con su esposa– y para hacer trueques con las comunidades cercanas. Le ayuda también su pequeña chacra, donde cultiva lechuga, col, cebolla y zanahoria. “Más allá de mi casa tengo papayas, plátanos… Me gustaría vender mis peces, ¡pero Río Santiago queda muy lejos! Y el bote cuesta sesenta soles, muy caro”, dice el señor Huajacha. La subvención que recibe de Pensión 65 es otro aporte importante en su vida: le sirve para comprar comida para los peces y abono para fortalecer sus plantas de cacao.
Gracias a la intervención de Saberes Productivos, el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), se ha comprometido en donarle 20 mil alevinos –crías recién nacidas de peces– a cuatro o cinco usuarios y usuarias de Pensión 65, en la provincia de Condorcanqui, entre los que se encuentran, por supuesto, el señor Huajacha. El IIAP, además, dará asesorías a los usuarios cuyo estanque se encuentre en malas condiciones, para contribuir en su mejora.
En los restaurantes de Río Santiago y Santa María de Nieva, pagan hasta veinte soles por kilo de pescado criado en cochas. Pero, ya sabemos, cuesta caro moverse en bote hasta esos destinos… Felizmente, las oportunidades se le están presentando al señor Huajacha.
Gracias a la intervención de Saberes Productivos, pronto podrá vender sus productos en el mercado itinerante promovido por Agro Rural, en Chiyaco o Bagua. Aún no sabe procesar el cacao, pero en el centro poblado de Mamayaque, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) viene construyendo un Tambo, que tendrá internet y un auditorio para que las usuarias y usuarios emprendedores de este cultivo reciban capacitaciones entorno a la manufactura del mismo. Por su parte, el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP), se ha comprometido en brindar apoyo técnico en el manejo de tierras.
El destino pareciera querer recompensarlo por tanto esfuerzo… Pero el señor Huajacha prefiere agradecerle a Dios. “Lo que me hace más feliz en la vida es ser cristiano. Yo le pido a Dios para que me de trabajos permanentes; también le pido más vida para seguir trabajando. Y no le tengo miedo a la muerte porque creo en Cristo”, concluye, en awajún, Andrés Huajacha Chumbe de la comunidad de Muchinguis.