La edad no es impedimento para amar: usuario de 109 años de Pensión 65 celebra San Valentín

Nota de prensa
Vive en el distrito de Torata, en la región de Moquegua, con su esposa, sus dos hijos y 4 nietos.

Unidad de Comunicación e Imagen Programa Nacional de Asistencia Solidaria - Pensión 65

13 de febrero de 2021 - 12:13 a. m.

Don Rafael Sanjinez Mamani, “El usuario centenario de Moquegua”, a sus 109 años de edad, no es solamente el hombre más longevo de esta región, sino el que tiene la más hermosa historia de amor junto a su esposa, Rufina Curasi Mamanchura, de 81 años.

Don Rafael y doña Rufina se casaron hace medio siglo y producto de ese amor nacieron sus hijos Efraín y Flora quienes son testigo del amor que se prodigan.

“Rafael, te deseo feliz día del amor”, le dice doña Rufina mientras le extienden un ramo de flores. Cómo se puede ver, los años no son obstáculo para que el amor se encienda en el Día de San Valentín para estos enamorados, quienes, pese a la edad y las limitaciones, no se niegan expresiones de cariño y afecto en esta fecha.

Viven en el distrito de Torata, Moquegua, y son usuarios de Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) desde el 2013, y pese a que los años pueden nublar la memoria, los recuerdos de sus años mozos en el Regimiento de Caballería del Ejército del Perú, siguen vivos en la mente de don Rafael.

Y fue precisamente el Ejército del Perú que, en mérito a su servicio militar voluntario y por ser ejemplo para los más jóvenes de su comunidad, lo condecoró en su natal Moquegua el 2019.

Don Rafael es hijo de Nicanor y Gregoria; tuvo 7 hermanos, de los cuales uno vivió hasta los 102 años. Luego que dejó el Ejército fue un mil oficios, trabajó en todo lo que se le presentaba: en una hacienda, en las minas de Toquepala, o como operario en la fundición de metales.

Don Rafael hoy vive en el centro poblado de Yacango, junto a su esposa y su perrito “Cuye”. Él cuenta que con la subvención que le otorga el Estado a través del Programa Pensión 65 del Midis, compra los alimentos y medicinas que necesita.

En esta etapa de sus vidas, don Rafael y Rufina nos enseñan que el amor se cultiva con respeto y cariño a pesar de las adversidades, y que en fechas como las de San Valentín, recordar las épocas en que cantaban y bailaban al son de las zampoñas, regresan los buenos tiempos vividos.