Historias que nos unen: manjar con tradición apicultora

Nota de prensa
Fortunato Flores, usuario de Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), revalora estas habilidades con apoyo de Foncodes del Midis.
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16 de agosto de 2025 - 8:00 a. m.

En los últimos cuatro años, don Fortunato Flores Rojas (70), poblador del Caserío San José de Salo Alto, en La Libertad, se ha ganado el cariño de sus vecinos y de turistas quienes disfrutan de la miel, propóleo y polen que él mismo elabora gracias a sus conocimientos en apicultura que se han fortalecido con apoyo de los programas Pensión 65 y Foncodes del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).

En el 2021, el septuagenario ingresó a Pensión 65 del Midis y comenzó a participar de los encuentros de saberes productivos que organiza el programa junto al municipio en su localidad, ubicada en el distrito de Caramba, provincia de Julcán. Es así como Fortunato, gracias a la articulación, recibe el apoyo del Midis para sacar adelante su emprendimiento: “Amigos Unidos de la Rica Miel”.

“Me levanto apenas sale el sol para revisar las cajas donde están las abejas y adecuar bien los cajones donde estarán las familias, y los dejo por un plazo de ocho días. Lo primero que producimos es miel, que lo vendo afuera de mi casa y en las ferias que se hacen”, comenta Flores Rojas, mientras observa con ternura a su esposa, Felipa Villanueva, la mujer que conoció hace más de cuatro décadas y que le sigue apoyando de manera incondicional.

A través de los programas del Midis, el adulto mayor actualiza sus habilidades apicultoras, gracias a las constantes capacitaciones que recibe con apoyo del municipio de Caramba. “Aprendí cosas nuevas en el cuidado de estos insectos. Fue así que creció mi dedicación y participé en los encuentros de saberes y ferias que hay en la plaza para promocionar mis productos”, añade.

El usuario de Pensión 65 recuerda con entusiasmo el primer día de capacitación que le brindó Foncodes. “Fue bonito porque me dieron clases para poder salir adelante y generar unos ingresos adicionales, así como la paciencia y amor que debemos tener a estos insectos, muy importantes para el mundo”, responde Fortunato, quien aún conserva su primer traje apicultor de color amarillo.

Rol en los jóvenes

Flores Rojas es consciente del paso del tiempo y que sus conocimientos deben ser transmitidos a los más jóvenes. Algunos de sus hijos lo ayudan cuando lo visitan, pero él desea enseñar lo que más ama a los adolescentes de su distrito y así puedan tener una oportunidad para emprender.

“Todavía no he tenido la oportunidad de enseñar a los muchachos, pero estoy dispuesto a hacerlo. Como parte de Pensión 65 haremos una transmisión entre generaciones y eso me motiva, porque puedo seguir contribuyendo a mi sociedad y dejar mi experiencia”, concluye el septuagenario, que conoce el proceso artesanal y el manejo del dulce manjar que emana de las abejas en el caserío San José de Salo Alto.

Amor y apoyo

Tras explicar su emprendimiento, Fortunato expresa el gran amor que le tiene a su esposa, Felipa Villanueva Santos, también usuaria de Pensión 65, y con quien participa en los Encuentros de Saberes Productivos para mostrar y comercializar los productos de los “Amigos Unidos de la Rica Miel”.



La Libertad, 16 de agosto de 2025
Unidad de Comunicación e Imagen
Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65

Esta noticia pertenece al compendio Historias Que Nos Unen