Historias que nos unen: el nonagenario con alma de niño
Nota de prensaAmancio Torres, usuario del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, a través de Pensión 65, revalora tradiciones en Quichuay (Junín).





9 de agosto de 2025 - 8:00 a. m.
Cada vez que Amancio Torres Gamarra, usuario del programa Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, habla de su infancia y de los juegos que practicaba con sus amigos en la plaza principal del distrito de Quichuay (Junín), sus ojos se humedecen de emoción, como si su mente viajara en el tiempo porque en aquella época también conoció a la mujer que años más tarde sería su esposa y madre de sus hijos, Cristina Payno, pero que lamentablemente falleció en el 2024 tras una terrible enfermedad a los pulmones.
Don Amancio, ahora con 91 años, se ha propuesto rescatar los pasatiempos que tenía de niño y lograr que los más pequeños de su localidad dejen un momento los equipos tecnológicos para que den rienda suelta a su imaginación, creando escenarios que permanecerán en su mente por décadas.
Con esa misión, el nonagenario usuario de Pensión 65, con alma de infante, participa en los diálogos de transmisión intergeneracional, que realiza el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, a través del programa Pensión 65, en conjunto con la Municipalidad Distrital de Quichuay, como parte de la Intervención Saberes Productivos, que revalora los conocimientos de los adultos mayores en las nuevas generaciones.
Así, el señor Torres Gamarra conversa con los menores, les comparte adivinanzas y cuentos, además de los juegos de anteaño, como la apreciada tumba lata, canicas, mata gente, entre otros. “Todos tenemos un niño dentro y no debemos perder esa inocencia que nos caracteriza. A mi esposa la conocí jugando y cuando partió, me pidió que siga conservando esa magia, esa pureza”, comenta, mientras ordena una pirámide de tarros de leche.
Cuando el popular “Papito Amancio” termina de alimentar a los cuyes de su hija, se reúne con el personal de la municipalidad y un grupo de niños para que conozcan lo importante que es el juego en sus vidas y disfruten esta etapa, de forma sana y sin depender de la tecnología. Kiara, Marilyn y Caléb, visitan una vez por semana al usuario de Pensión 65 y comparten bellos momentos, como si fueran una gran familia, donde la paciencia, risas y buen humor, crean una atmósfera mágica.
“A veces voy al colegio para compartirles cuentos y trabalenguas, como parte de las actividades que hace el Midis y el municipio. Mi tarea es que los niños estén jugando en las calles, libres, tranquilos, sin celulares, que sientan alegría al compartir con sus amiguitos; como pasaba en mis tiempos”, sostiene el adulto mayor de Pensión 65 del Midis que vive en la calle Ambrosio Salazar en Quichuay.
Sin perder la sonrisa del rostro, renueva su compromiso de provocar emociones y experiencias en los niños de Quichuay, “donde los padres también participan para fortalecer la relación que hay en los hogares”. “Hagamos que los pequeños tengan bonitos recuerdos”, concluye don Amancio, que el 4 de noviembre cumplirá 92 años, generando alegría en los corazones más sinceros y puros de su distrito.
Aprendizaje
A través de la Intervención Saberes Productivos de Pensión 65, el Midis busca que adultos mayores como don Amancio, compartan sus experiencias y conocimientos, con el objetivo de revalorar sus habilidades y se generen espacios donde las nuevas generaciones aprendan y fortalezcan su identidad cultural.
Junín, 9 de agosto de 2025
Junín, 9 de agosto de 2025
Unidad de Comunicación e Imagen
Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65
Esta noticia pertenece al compendio Historias Que Nos Unen