Historias que nos unen: la narradora de cuentos y mitos de Pitumarca

Nota de prensa
Luisa Villena, usuaria de Pensión 65, comparte historias a las nuevas generaciones de su distrito cusqueño.
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21 de junio de 2025 - 8:00 a. m.

A dos cuadras del colegio inicial Nº 593 de Pampachiri, ubicado en el distrito de Pitumarca, provincia de Canchis (Cusco), vive doña Luisa Justa Villena, una mujer de 81 años, usuaria del programa Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, quien se ha convertido en una fuente de cuentos, mitos y leyendas de su entrañable departamento, heredados de su esposo Tito Macutela, quien falleció en 2024 y a quien recuerda con profundo amor.

“Siempre está presente en mi corazón, más cuando comparto sus historias a los niños”, comentó la octogenaria, mientras se dirigía a su patio para alimentar a sus cuatro gallinas. “Ellas son mis compañeras ahora que mi esposo ya no está en casa”, agregó con la voz entrecortada.

Después de un largo suspiro, Luisa contó que don Tito le dejó varias historias y cuentos para compartir con las nuevas generaciones, que suelen acercarse a su domicilio de la calle Colón, para conocer más sobre su región y de los mitos que la caracterizan.

“Después de tantos años de convivencia, era una costumbre sentarnos en el patio o en la plaza, comer algo y escuchar sus interesantes relatos”, declaró Luisa, usuaria de Pensión 65 del Midis, quien aprovecha la intervención de “Saberes Productivos”, que se organiza junto al gobierno local, para participar de las transmisiones intergeneracionales y compartir sus conocimientos y fortalecer la identidad cultural de su localidad.

“Me siento feliz porque sigo con lo que más quería mi esposo; un hombre que le gustaba hablar y enseñar”, precisó.

Entre los relatos que la adulta mayor populariza está “La ratona y el jakaqllo”, muy tradicional en pueblos cusqueños, donde se narra la despreocupación de una roedora hacia sus hijos y la responsabilidad que le inculcaba una pequeña ave.

“También hay otros cuentos, como el de un pájaro que decía muchas mentiras y fue castigado: dejó de hablar y encima su lengua quedó fuera de su pico. Y así, cuentos de otras criaturas fantásticas o de lo que pasaba en la época incaica. Lo bonito es que todo deja una enseñanza, una moraleja”, detalló.

Recuerdo en el alma

Los mejores recuerdos que tiene Luisa sobre Tito, el hombre que la enamoró cuando era muy joven y se convirtió en el amor de su vida, se encuentran en aquellas apacibles tardes donde juntos contemplaban el cielo y conversaban sobre lo hermoso que es Pitumarca y los valores que sembraron en sus hijos.

“Gracias a los relatos y cuentos que me heredó, mi esposo se mantiene vivo en mi mente y mi corazón, acompañando mi alma hasta que nos volvamos a encontrar”, concluyó emocionada.

Convivencia y trabajo

Para la octogenaria de Pitumarca, existen dos pilares para sacar adelante un hogar. “El primero es el trabajo en conjunto, porque en una familia todos deben participar para tener un futuro. Lo segundo es la convivencia, porque es muy importante conocerse y hablar para solucionar los problemas del día, no discutir”, recomendó la usuaria de Pensión 65.


Cusco, 21 de junio de 2025
Unidad de Comunicación e Imagen
Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65

Esta noticia pertenece al compendio Historias Que Nos Unen