Historias que nos unen: esencias que revitalizan el alma

A 12 kilómetros de Huánuco, en el sereno distrito de Santa María del Valle, Teresa Cuesta y su esposo Priscilo Ramírez convierten los insumos de la naturaleza en esencias que revitalizan el alma y permiten enfrentar diversos malestares, como las alergias, problemas respiratorios y dolores intensos. Su conocimiento sobre medicina tradicional la llevó a crear un emprendimiento y cruzar las fronteras de su región.

Su centro de operaciones, donde la sabia amalgama las flores, tallos, hojas, frutas y otras especias de las huertas cercanas y bosques recónditos de su localidad, se encuentra en la parte trasera de su hogar, ubicado en el jirón Lima 210. “Acá vienen personas de la tercera edad, jóvenes y gestantes, para aliviar sus males y recuperar su vitalidad”, comentó la septuagenaria.

“Hacemos diferentes concentrados, como descongestionantes que permiten desinflamar las glándulas de la respiración, es especial para los refriados, para los que tienen sinusitis, alergias y no pueden dormir. Esto lo hicimos a raíz del covid, cuando veíamos que la gente no podía respirar bien y llegaron a tener complicaciones muy serias. Por ejemplo, el que elaboramos ayuda a la saturación y limpia los pulmones”, explicó Cuesta, quien también muestra sus habilidades en los encuentros de saberes productivos y ferias culturales que se organizan en Huánuco, como usuaria de Pensión 65.

Doña Teresa, a sus 74 años, se siente con más energía que nunca. Por las mañanas, mientras revisa su lista de pedidos y qué esencias le hacen falta para comenzar el proceso de extracción, enciende su radio a pilas y sintoniza la emisora local que desde las 5:00 a.m. ponen baladas de Camilo Sesto, José José y Jeanette, entre otros intérpretes que le generan un mar de emociones y la transportan a momentos claves de su vida, como aquella tarde del 3 de mayo de 1969, que conoció a Priscilo Ramírez, el amor de su vida y con el que tuvo 6 hijos.

“Nos cruzamos en la placita de Santa María del Valle cuando éramos muy jóvenes. Nos saludamos porque nuestros padres se conocían y después de unos días, nos volvimos a encontrar, pero esta vez él tenía una pequeña botella con un perfume que había hecho a base de vainilla y rosas aromáticas. Fue hermoso. Desde ese momento, nos unimos y dedicamos a la medicina tradicional”, relató.

Después de más de 5 décadas, la pareja se mantiene junta, explotando sus conocimientos ancestrales para tratar a sus amigos, vecinos y cualquier persona que requiera una luz de esperanza para tratar sus enfermedades de forma alternativa, a base de esencias que revitalizan el alma.

Teresa Cuesta comentó que sus brebajes también son producto de un trabajo en equipo, porque hay otras tres usuarias del programa Pensión 65 que le traen algunas plantas medicinales, que se ubican en otros puntos de su provincia. “Ellas me proveen ciertos tipos y también les doy esencias para que puedan tratar sus malestares o lo puedan vender. Cualquier pedido lo pueden hacer al 962081608”, concluyó la sabia de Santa María del Valle.


Huánuco, 3 de mayo de 2025