Historias que nos unen: Lidia y el sabor natural del campo
Nota de prensaUsuaria de Pensión 65 es un símbolo de lucha en el distrito de Tinco.





26 de abril de 2025 - 8:30 a. m.
Rodeada por hermosas montañas y cerca de las orillas del río Santa, el distrito de Tinco, provincia de Carhuaz (Áncash), es conocido por el potencial de su tierra y los mágicos productos que salen de ella. Así lo explicó Lidia García (80), quien heredó los conocimientos de su difunto esposo, Miguel Bernuey, para sembrar y cosechar diversos productos a base de amor y tradiciones.
Doña Lidia vive afuera de la ciudad, en una apacible zona donde se encuentra su casa de adobe y su hermosa chacra llena de repollos, cebollas, panca, culantro, zanahoria, y lechuga, que utiliza todos los días para preparar un almuerzo balanceado, saludable y que le llena de energía para seguir trabajando en el campo.
“Me dediqué a la textilería y a la preparación de algunos platos tradicionales, pero cuando murió mi esposo en el 2007 con 68 años, comencé a dirigir los trabajos en la chacra. Antes que parta a la eternidad, me enseñó cómo debo labrar la tierra, la forma correcta de colocar las semillas y el proceso para que finalmente tengamos unos buenos vegetales”, comentó la octogenaria después de dar un sorbo a su taza de avena, que religiosamente toma cuando los primeros rayos de sol ingresan por su ventana.
En esa etapa, la matriarca del hogar recibió todo el apoyo de sus hijos, seis mujeres y un varón: Enna, Zoyla, Leydi, Katy, Edith, Lidia y Miguel Ángel, este último también falleció años atrás.
Dedicación y recuerdo
Doña Lidia continúa con sus actividades en su huerta, cultivando insumos con amor y que son piezas fundamentales para una alimentación saludable. “Mi mamá no se enferma así no más, es muy fuerte, seguro por lo que come. Le gusta la ensalada de brócoli, el saltadito de caihua, también la calabacita y todo lo acompaña con una lechuga”, comentó Zoyla Bernuey García.
Ahora que la adulta mayor es parte del programa Pensión 65, recibe una subvención económica que le permite adquirir algunos medicamentos y participar de las ferias que se organizan con los gobiernos locales, donde ofrece maíz, culantro, chala, zanahoria, entre otras verduras.
“De esa forma también recuerda a mi papá, que se fue por un terrible paro cardiaco producto de la diabetes que tenía. También cría cuyes, porque le gustaba esos animalitos. En su actividad diaria, creemos que mi mamá se siente acompañada de su esposo”, agregó su segunda hija.
Llena de perseverancia y emoción, la octogenaria expresó su deseo de seguir trabajando en la chacra que construyó desde cero con el amor de su vida. “Su esfuerzo y legado ahora están en mis manos”, agregó la matriarca que transforma los insumos que le da la naturaleza en platos llenos de sabor a campo.
Siempre está acompañada
“Mi mamá es una bella persona, nos ha inculcado valores y a nunca rendirnos. Por eso siempre tiene compañía”, agregó Zoyla. Añadió que a su madre le fascina pasear por las calles de Tinco junto a sus nietos. “Ellos vienen a visitarme y les encanta conversar conmigo, algunos ya son jóvenes y me atienden como yo los cuidaba hace años”, puntualizó Lidia con una profunda felicidad.
Áncash, 26 de abril de 2025
Áncash, 26 de abril de 2025
Unidad de Comunicación e Imagen
Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65
Esta noticia pertenece al compendio Historias Que Nos Unen