Historias que nos unen: el criador y su receta de esperanza
Nota de prensaDon Guillermo emplea sus conocimientos en el cuidado de su esposa, Cleofe Aroni.





1 de marzo de 2025 - 8:30 a. m.
Guillermo Velasque Orosco (70) empezó a criar cuyes como una forma de recordar su infancia en su natal Andahuaylas (Apurímac), pero cuando le diagnosticaron una terrible enfermedad a su esposa, Cleofe Aroni Salazar, decidió ser parte de su recuperación y aprovechar el valor nutricional de sus animales, convirtiéndose en dueño de una receta llena de esperanza y amor.
“Mis ancestros criaban cuyes y los tenían en la sala, la cocina, el patio y otras partes de la casa. Siempre vi a estos pequeños en mi hogar, ya con el tiempo aprendí a cuidarlos y la tradición que había a través de la comida. Desde muy niño tengo el recuerdo de mi mamá haciendo un potente caldo de cuy y pidiéndome que lo tome por su valor nutricional”, recordó el septuagenario.
Con las habilidades que absorbió de su familia, decidió continuar el legado de la crianza. Fue así que hace cuatro décadas compró su primer grupo y comenzó a tener todos los cuidados necesarios para que crezcan y también pueda generar un ingreso adicional en su hogar.
Los años pasaron y cuando se incorporó a Pensión 65, pudo compartir sus conocimientos y recetas a base de cuy, mediante la Intervención Saberes Productivos del programa del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), que busca revalorar la identidad cultural de los adultos mayores.
“Con los años, mis cuyes aumentaron, pensé que era difícil o seguro ya estaba acostumbrado por mi familia. Lo que siempre recomiendo es revisar los alimentos que se les da, mantener todo limpio y estar pendiente a cualquier cosa, para prevenir enfermedades en estos animalitos”, detalló Velasque, en su patio trasero de su casa ubicada en el distrito de Pacucha.
Siempre juntos
Don Guillermo confesó que su esposa fue uno de los motivos que le impulsó a cumplir su sueño de ser criador de cuyes. “Ella me dio aliento y me animó a seguir lo que tenía en mente desde muy joven”, añadió. Por eso, siempre permanecen unidos, convirtiéndose en una de las parejas más sólidas de Apurímac. Lamentablemente, hace 20 años le detectaron una terrible enfermedad a la mujer que le cambió la vida y llegó a conocer en una fiesta patronal que se realizó 5 décadas atrás en la plaza de Andahuaylas.
“La carne del cuy es muy importante y recordé el secreto del caldo de cuy cuando a mi esposa le detectaron una enfermedad muy complicada. El doctor me dijo que su sistema inmunológico debía fortalecerse, y comencé a cocinarle los platos que aprendí de mi madre, ricos, nutritivos, con mucho hierro, llenos de amor y esperanza”, concluyó.
Caldo revitalizador
Para Velasque Orosco, el caldo de cuy tiene propiedades muy importantes para el sistema inmunológico. “Primero hago dorar la carne en una olla grande, luego de unos minutos lo retiro y coloco a la cebolla, ajo, ají panca, comino, salcita, pimienta. Una vez que esté listo el aderezo, agregó los trozos de cuy e incorporo las papas, arvejas, quinua o mote cocido. Antes de apagar el fuego y servir, dejó un ratito una ramita de huacatay. Ese plato es una bendición, mi esposa y yo hemos sido testigos de eso”, detalló.
Apurímac, 29 de febrero de 2025
Unidad de Comunicación e Imagen
Apurímac, 29 de febrero de 2025
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Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65
Esta noticia pertenece al compendio Historias Que Nos Unen