Poechos, agua que alimenta el agro y la vida de los Piuranos desde hace casi medio siglo.
Nota de prensaAllí se almacena la esperanza de los valles, de los cultivos y de los pueblos que dependen de su caudal. No es solo un represa, es el corazón de Piura.



18 de setiembre de 2025 - 3:33 p. m.
En Lancones (Sullana), se levanta la presa Poechos, una de las obras hidráulicas más importantes de Piura y del país, vista desde el aire es un lago que desde hace casi cincuenta años guarda el agua que sostiene a toda una región. Allí se almacena la esperanza de los valles, de los cultivos y de los pueblos que dependen de su caudal. No es solo un represa, es el corazón de Piura.
Desde su inauguración en 1976, el reservorio cambió la historia de la agricultura en Piura. Los agricultores que antes esperaban con incertidumbre la llegada de las lluvias pudieron sembrar con confianza. El arroz volvió a cubrir los campos, el maíz alimentó a las familias y, con el tiempo, surgieron frutales que hoy llevan el nombre de Piura a mercados regionales, nacionales y extranjeros .
Fue así como, en tiempos de lluvia, se comenzó a guardar el exceso de agua del río Chira, un caudal que nace en las alturas y se alimenta principalmente del río Catamayo, en Ecuador. Año tras año, esa corriente se almacena en Poechos para luego partir en diferentes direcciones: hacia las presas Sullana y Ejidos, y por los canales Daniel Escobar, Biaggio Arbulú, Miguel Checa y los canales Norte y Sur, extendiendo su alcance a campos, ciudades y hogares.
Cada canal con agua de Poechos es una ruta de vida. El agua recorre 179 kilómetros para regar más de 120 mil hectáreas, se abre paso entre chacras y huertos, y convierte la arena en tierra fértil. El murmullo del riego acompaña el trabajo de hombres y mujeres que encuentran en cada cosecha la seguridad de su sustento.
No solo los campos beben de Poechos. El agua que viaja desde Lancones alimenta a miles de hogares en Sullana, Piura, Talara y Paita, al abastecer a las plantas de EPS Grau, municipalidades y JASS. En cada vaso servido, en cada grifo abierto, hay un poco de la historia de esta represa que aprendió a repartir vida entre las ciudades y el campo.
Ahora que está a punto de cumplir medio siglo, la represa operada por el Proyecto Especial Chira Piura, es memoria y futuro. Se viene una nueva era con la ejecución del proyecto de afianzamiento del sistema Poechos. Con agua de esta obra maestra, Piura aprendió a florecer en medio del desierto. Cuidar nuestra represa es cuidar la continuidad de esa ruta que da vida a la gente y al agro de Piura.
Desde su inauguración en 1976, el reservorio cambió la historia de la agricultura en Piura. Los agricultores que antes esperaban con incertidumbre la llegada de las lluvias pudieron sembrar con confianza. El arroz volvió a cubrir los campos, el maíz alimentó a las familias y, con el tiempo, surgieron frutales que hoy llevan el nombre de Piura a mercados regionales, nacionales y extranjeros .
Fue así como, en tiempos de lluvia, se comenzó a guardar el exceso de agua del río Chira, un caudal que nace en las alturas y se alimenta principalmente del río Catamayo, en Ecuador. Año tras año, esa corriente se almacena en Poechos para luego partir en diferentes direcciones: hacia las presas Sullana y Ejidos, y por los canales Daniel Escobar, Biaggio Arbulú, Miguel Checa y los canales Norte y Sur, extendiendo su alcance a campos, ciudades y hogares.
Cada canal con agua de Poechos es una ruta de vida. El agua recorre 179 kilómetros para regar más de 120 mil hectáreas, se abre paso entre chacras y huertos, y convierte la arena en tierra fértil. El murmullo del riego acompaña el trabajo de hombres y mujeres que encuentran en cada cosecha la seguridad de su sustento.
No solo los campos beben de Poechos. El agua que viaja desde Lancones alimenta a miles de hogares en Sullana, Piura, Talara y Paita, al abastecer a las plantas de EPS Grau, municipalidades y JASS. En cada vaso servido, en cada grifo abierto, hay un poco de la historia de esta represa que aprendió a repartir vida entre las ciudades y el campo.
Ahora que está a punto de cumplir medio siglo, la represa operada por el Proyecto Especial Chira Piura, es memoria y futuro. Se viene una nueva era con la ejecución del proyecto de afianzamiento del sistema Poechos. Con agua de esta obra maestra, Piura aprendió a florecer en medio del desierto. Cuidar nuestra represa es cuidar la continuidad de esa ruta que da vida a la gente y al agro de Piura.