Movistar descubre una ¿mina de oro¿ en Latinoamérica
Nota de prensa
23 de febrero de 2006 - 12:00 a. m.
Telecommunity.- El crecimiento de estas economías ¿que en 2004 lograron una media del 6% del PIB¿ y el menor coste de la tecnología han permitido que se popularice el uso de los móviles. En el caso de Argentina, que se está recuperando de la crisis de 2001, el repunte es espectacular: el volumen de usuarios se incrementó un 78,2% en los tres últimos meses de 2005, hasta los 542 terminales inalámbricos por cada mil argentinos. Le siguen Brasil, con un 38,4% (458 terminales); México con un 27,2% (442 terminales); y Chile, con un 22,2% (654 terminales). Las previsiones para este año indican una moderación en el crecimiento del sector. En el primer semestre, los usuarios latinoamericanos aumentarán un 33% y en el segundo, un 24,9%. La telefonía móvil en Latinoamérica y, en general, la tecnología, todavía tienen mucho recorrido por delante. Un estudio de la escuela de negocios IESE y DMR Consulting revela que el Indicador de la Sociedad de la Información (ISI), que mide el impacto de la revolución tecnológica, se sitúa en 4,86 puntos, un 2,6% más de media interanual. Este nivel todavía está por debajo de los países europeos menos desarrollados, como Grecia o Portugal (6,77 puntos), y a mucha distancia de la media óptima (9,50 puntos). De nuevo, el indicador apunta que Argentina es el país que más creció, con un 20,5% más que en el último trimestre de 2004. El informe sólo tiene en cuenta el alcance de la Sociedad de la Información en las cuatro economías más importantes (Argentina, México, Chile y Brasil), por lo que es probable que la media total de la región descienda si se incluyen los datos del resto de los países. Sin embargo, los autores del estudio estiman que la variación sería mínima, teniendo en cuenta que los cuatro países analizados acumulan el 80% del PIB latinoamericano. El ISI presentado ayer analiza otras variables además de la telefonía móvil, como el acceso a los ordenadores, los usuarios de Internet, el gasto en tecnología y el entorno económico, institucional y social de estos países emergentes.