Comunidad nativa Yamino: modelo en manejo forestal responsable y sostenible

Crónica
Por más de diez años, la comunidad kakataibo de Yamino demuestra un manejo forestal sostenible, con calificación muy buena del OSINFOR.
Archivo JPGE de Comunidad nativa Yamino: modelo en manejo forestal responsable y sostenible
Archivo JPGE de Comunidad nativa Yamino: modelo en manejo forestal responsable y sostenible
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Fotos: Foto 1: Andrés Murrieta

16 de octubre de 2025 - 6:00 a. m.

Ucayali. - Situada en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Cordillera Azul, se encuentra la comunidad nativa Yamino, del pueblo indígena kakataibo, quienes aprendieron a mirar su territorio con nuevos ojos. En 2011, una multa de más de S/ 11 000.00 marcó un punto de inflexión en su relación con el bosque. La falta de conocimientos sobre el manejo forestal y los acuerdos con empresas externas habían traído consecuencias que afectaron su organización comunal. Pero lejos de rendirse, Yamino transformó aquella experiencia en una oportunidad para comprender mejor su bosque y fortalecer su autonomía.

Fortalecimiento comunitario
Yamino decidió organizarse, capacitarse junto al Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (OSINFOR) y aprender sobre manejo forestal comunitario, guiados por los saberes de sus abuelos y respaldados por herramientas de gestión como el Plan de Vida. A los pocos años, la comunidad logró saldar la multa mediante pagos fraccionados, en conjunto con la empresa tercera, lo que les permitió retomar las actividades de aprovechamiento. Aquella sanción, que alguna vez los marcó, se transformó con esfuerzo y unidad en un valioso proceso de aprendizaje y fortalecimiento.

Allí vive Melvin Estrella Bardales, líder de la comunidad Yamino, quien su nombre en kakataibo significa raíz de una planta. Recuerda el camino que recorrieron para mantener la sostenibilidad de sus bosques. “Nos sumamos todos: jóvenes, mujeres y niños. Fue una etapa muy dura, pero estoy muy agradecido porque nos permitió ordenarnos, no solo como comunidad, sino también junto a la empresa. Ahora trabajamos con nuestro regente forestal, lo que nos ha ayudado a tener una mejor orientación, un plan y un objetivo claro, para que Yamino pueda implementar sus recursos según sus verdaderas necesidades”, expresó con orgullo.

Reconocimiento y manejo responsable
Hoy más de una década después, Yamino mantiene una calificación muy buena y ha obtenido tres constancias de cumplimiento de obligaciones emitidas por el OSINFOR, en los años 2021, 2023 y 2024, como reflejo de su desempeño en el manejo responsable de su área supervisada. Este reconocimiento es fruto del liderazgo de sus jóvenes, el compromiso de las familias y una visión de futuro que une los conocimientos ancestrales con herramientas de gestión. “No gastamos, invertimos en nuestro pueblo. Lo que tenemos nos dejaron nuestros abuelos milenarios para vivir en armonía con la naturaleza, por ello cuidamos nuestros recursos”, afirma Melvin.

Cultura viva y turismo responsable
La transformación de Yamino no se limita a sus recursos forestales, la comunidad destaca también por su turismo vivencial y de naturaleza, así como por la diversidad de actividades productivas que impulsa. Se han organizado en la producción de cacao, artesanías y turismo comunitario, además de mantener su agricultura tradicional de plátano. Con ello, no solo generan ingresos, sino que también fortalecen su identidad cultural y la comparten con los visitantes que llegan atraídos por su riqueza natural y cultural.

La protección del territorio es una de las grandes fortalezas de la comunidad Yamino. Para lograrlo, han fortalecido sus capacidades con el apoyo de diversos actores del sector privado y del Estado, como el OSINFOR, la AIDER, el CIMA y la ORAU. Con este respaldo, el comité de vigilancia y la comunidad realizan un monitoreo constante de los bosques. Realizan recorridos terrestres, fluviales e incluso utilizan drones para protegerse de las amenazas externas. Este compromiso garantiza que las futuras generaciones hereden un territorio, donde puedan seguir viviendo de sus recursos, de la caza y de la convivencia armónica con la naturaleza de manera sostenible.

Legado kakataibo
Mirando al futuro, Yamino sueña con ser una comunidad ordenada, sostenible y próspera, que combine el conocimiento ancestral con la innovación y que mantenga siempre como principio la conservación de su bosque. “Queremos vivir mejor, pero sin dejar de ser quienes somos”, resalta Melvin.

El camino no fue fácil, pero la experiencia de Yamino demuestra que la unión comunitaria, el fortalecimiento de capacidades y la valorización de la identidad son claves para convertir las sanciones en oportunidades de desarrollo.