Perú, Brasil y Colombia refuerzan la cooperación para enfrentar la tala ilegal en el Trapecio Amazónico
Nota de prensaEn Iquitos, autoridades acordaron reforzar la cooperación operativa y el uso de tecnología para combatir la tala ilegal y delitos forestales.




Fotos: Fotos 1, 2 ,3 y 5: UNODC
3 de setiembre de 2025 - 9:58 a. m.
La tala ilegal y el tráfico ilícito de madera no conocen fronteras y avanzan sobre los bosques y las comunidades de la triple frontera entre Perú, Brasil y Colombia. Frente a este desafío, más de 60 autoridades y especialistas de los tres países participaron en el Foro Regional de Cooperación Operativa: Articulación Transfronteriza frente a Casos de Delitos Forestales, organizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en coordinación con el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (OSINFOR) y la Organización International de Policía Criminal (INTERPOL).
Durante tres días, policías, fiscales y los representantes de ministerios, agencias ambientales y organismos internacionales se reunieron en Iquitos para fortalecer la cooperación transfronteriza orientada a prevenir, detectar e investigar los delitos forestales. El foro se convirtió en un espacio histórico donde se compartió información clave sobre rutas ilegales y modus operandi, se realizaron simulaciones en campo con técnicas de investigación y se presentaron innovaciones tecnológicas como el uso de imágenes satelitales y algoritmos de detección de tala selectiva basados en inteligencia artificial.
“Con este acercamiento buscamos unir fuerzas y recursos para luchar contra la tala ilegal en la triple frontera”, sostuvo Williams Arellano Olano, jefe del OSINFOR. Además, destacó la importancia de compartir experiencias en el uso de herramientas tecnológicas para monitorear los bosques: “Desde el OSINFOR ponemos a disposición las metodologías de detección de tala selectiva y sistemas de alerta temprana, basada en imágenes satelitales, drones y algoritmos especializados que usamos para asegurar el origen legal de la madera aprovechada en áreas con títulos habilitantes”.
Como resultado de este intercambio, las delegaciones identificaron zonas donde se presentan actividades que afectan la Amazonía como minería ilegal, cultivos ilícitos, deforestación y tala ilegal, así como las vías de paso transfronterizo para dichas actividades ilegales. Establecieron un marco de cooperación basado en la recopilación y análisis de inteligencia, la detección temprana mediante nuevas tecnologías y la planificación de investigaciones conjuntas y operaciones coordinadas en territorio compartido. Asimismo, se reforzaron los canales de comunicación entre las agencias, con el compromiso de agilizar el intercambio de datos y articular acciones conjuntas en las áreas más críticas.
Arellano Olano también destacó la participación de la delegación peruana integrada por los representantes de la Policía Nacional del Perú (PNP), de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA), del Ministerio del Ambiente y del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR). Además, agradeció al Ministerio de Relaciones Exteriores por el apoyo en las gestiones del evento internacional.
Respuesta coordinada frente a los delitos que amenazan la Amazonía
“Sabemos que el desafío es enorme. Cada minuto se pierde una extensión de bosque en la Amazonía, mientras las economías ilegales siguen avanzando. Por eso estamos aquí: para enfrentar los delitos ambientales como región, involucrando a los ocho países que conforman la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA)”, dijo Alek Arora, representante de la UNODC. “Si trabajamos, juntos vamos a poder prevenir, luchar y desmantelar las redes que amenazan los bosques”, agregó.
Más allá de responder a un problema regional, este foro constituye un aporte directo a la agenda global frente al cambio climático y marca un paso decisivo hacia una respuesta coordinada y efectiva que refuerza el Estado de derecho y asegura la sostenibilidad de los recursos forestales para las próximas generaciones. La defensa de los bosques amazónicos no es solo un asunto local, sino una responsabilidad mundial. Proteger la Amazonía en el Trapecio Amazónico significa garantizar la seguridad de las comunidades, preservar una de las zonas con mayor biodiversidad del planeta y contribuir al cumplimiento de los compromisos internacionales de conservación y mitigación de emisiones.