Del bosque a tu mesa: El camino de la castaña desde Madre de Dios al Perú entero
CrónicaEl tesoro natural de Madre de Dios protege los bosques y abre oportunidades para una economía legal y sostenible.





22 de mayo de 2025 - 6:00 a. m.
Desde niña, la vida de Nazareth Mayta Chirinos ha girado en torno a la castaña. Su padre, sus hermanos y el campamento en medio del bosque siempre estuvieron ligados a esta semilla que, por generaciones, ha sido sustento y tradición para muchas familias de Madre de Dios. Sin embargo, en 2019, una crisis económica la llevó a replantear ese legado. “Me pregunté qué tenía en casa, y solo veía castañas. Si las vendía como siempre, no iba a recuperar ni lo invertido. Entonces pensé: si las transformo, tal vez no solo recupere, sino que gane”, recuerda.
Así nació Monte Isula, el emprendimiento que hoy lidera y que convierte las castañas del bosque en productos con valor agregado: harina, aceite, y castañas confitadas con panela. Todo natural, saludable y hecho con lo que ella llama su mejor ingrediente: el amor.
Pero detrás de cada frasco hay más que una receta. Hay una decisión profunda: quedarse en el bosque, proteger su ecosistema y generar desarrollo desde adentro. “Para mí, hacer esto es brindar salud con amor. Porque así lo trabajo, con amor”, dice Nazareth, con una sonrisa serena y la voz firme.
Una semilla con potencial transformador
Madre de Dios alberga más de un millón de hectáreas dedicadas a la recolección de castaña, una superficie equivalente a más de diez veces el tamaño de Lima Metropolitana. En esta región, existen cerca de mil concesiones castañeras bajo manejo forestal sostenible, que abarcan unas 869 mil hectáreas. Estas no solo preservan la cobertura boscosa, sino que también aseguran ingresos sostenibles para más de 4,500 familias.
La castaña (Bertholletia excelsa) es una de las pocas especies no maderables que puede recolectarse sin talar árboles, lo que la convierte en un símbolo del aprovechamiento sostenible. Según el Ministerio del Ambiente, el 95 % de la producción nacional proviene de Madre de Dios y genera ingresos por más de 20 millones de dólares anuales.
No obstante, el verdadero cambio ocurre cuando se apuesta por la transformación. Los productos con valor agregado pueden quintuplicar el precio por kilo frente a la castaña en cáscara. Esta apuesta no solo incrementa los ingresos de las familias, sino que dinamiza el mercado interno y fomenta empleo local, impulsando una economía legal y resiliente.
Emprender: una ruta desde el bosque hasta la mesa
Nazareth y su familia gestionan una concesión de 969.84 hectáreas en la cuenca del río Pariamanu, una zona remota a la que solo se accede navegando por tres ríos. El esfuerzo es grande, pero la convicción es mayor. En su ruta hacia una gestión sostenible, encontró en el OSINFOR un aliado clave. A través de talleres de fortalecimiento de capacidades, comprendió que la formalidad no es una carga, sino una oportunidad. “Nos enseñan que no se trata solo de recolectar: hay que conservar. Ser legales no es un obstáculo, es una decisión que abre puertas”, afirma.
Uno de los mayores reconocimientos a ese compromiso es la Constancia de Cumplimiento de Obligaciones, un documento legal que certifica que los titulares cumplen con lo dispuesto en la Ley Forestal y de Fauna Silvestre (Ley N.º 29763). Emitida por el OSINFOR, esta constancia fortalece la seguridad jurídica, facilita el acceso a nuevos mercados y genera confianza en los consumidores.
Desde 2022, el OSINFOR ha emitido 117 constancias en Madre de Dios, reflejando el avance de los concesionarios hacia una gestión forestal más responsable y competitiva. Este tipo de reconocimiento no solo representa un logro técnico y legal, sino también una señal clara del compromiso regional con la legalidad y la sostenibilidad.
Nazareth forma parte de un creciente grupo de castañeros que han decidido ir más allá de la simple recolección. Hoy, seis asociaciones agrupan a productores de la región, cada vez más enfocados en innovar, transformar y acceder a mercados sostenibles.
Un futuro que nace del bosque
Historias como la de Nazareth y su familia demuestran que cuando el conocimiento ancestral se cruza con la visión de futuro, el resultado puede ser poderoso. La castaña no es solo un alimento: es una oportunidad real de desarrollo económico, conservación de bosques y mejora de la calidad de vida de las personas.
Desde lo más profundo de la selva amazónica hasta la mesa de los peruanos, Monte Isula confirma que es posible transformar la biodiversidad en bienestar, sin romper el vínculo con la tierra ni perder la identidad. Porque cuando el bosque tiene valor, se cuida. Y al cuidarlo, mejora también la vida de quienes lo habitan.