Aprovechamiento forestal maderable en bosques secos en el norte del Perú

Artículo

10 de diciembre de 2018

Se denomina bosque seco a la vegetación arbórea de la costa norte del Perú, para diferenciarla de los bosques húmedos de las alturas y de la montaña. Estos bosques, en especial los árboles de la especie Prosopis pallida (algarrobo), son, por excelencia, asombrosamente beneficiosos en relación con el medio y el clima donde crecen; en zonas que de otro modo serían desérticas y estériles, mantienen una combinación de vegetación húmeda y temperatura que hace posible la supervivencia de animales y personas, como lo demuestra la existencia de poblaciones humanas que habitaron en sus inmediaciones desde tiempos inmemoriales. Actualmente permiten la eficiente crianza de ganado vacuno y caprino, entre otras actividades. El bosque seco de la costa norte del Perú, ubicado cerca de la línea ecuatorial, es un espacio peculiar de 3 235 012 hectáreas (Minam, 2011), de los cuales el 67 % se encuentra en Piura, el 19 % en Lambayeque y el 14 % en Tumbes. La especie Prosopis pallida o algarrobo, predominante en la zona norte del país, es un héroe del desierto, bendición del cielo o de la tierra, se trata de una verdadera maravilla de la naturaleza; se establece en las inimaginables zonas más áridas, y, aprovechando algún año ocasional de lluvias, germina en el desierto. El arbolito se desarrolla penetrando la tierra con una raíz profunda (pivotante) que puede crecer a diez veces el ritmo de la copa. Una vez que se encuentra con la capa de agua, la planta ya no necesita más lluvias, por lo cual se ven algarrobos en los sitios más inesperados del desierto, donde uno no comprende que pueda vivir cosa alguna, menos un árbol verde y frondoso. Las dunas, normalmente incontenibles en su inexorable caminar por los desiertos costeños, son fijadas en su sitio por los algarrobos, los zapotes y los faiques: vegetación que conforma los valiosos bosques secos del noroeste peruano (Lamadrid, 2014). A pesar de toda la majestuosidad del bosque seco del norte del Perú, en la actualidad existe la problemática latente respecto a la tala ilegal en estos ecosistemas, resultando afectadas diversas especies vegetales, entre ellas, la más importante es Prosopis pallida (algarrobo); especie predominante que mantiene una combinación de vegetación húmeda y temperatura que hace posible la supervivencia de animales y personas; asimismo, produce una madera tan dura y resistente que perdura por siglos (Lamadrid, 2014). La importancia de los bosques secos de algarrobo para el desarrollo de las comunidades se enmarca en el beneficio de la economía agraria, como soporte económico y de subsistencia para más de 400 000 familias campesinas de la costa norte (Beltrán, 2013). El valor económico se relaciona con el uso de leña y carbón que sirven como combustible en hogares rurales y para la población local. Las ciudades con mayor consumo de este combustible en el país son Trujillo, Chimbote, Chiclayo y Lima, siendo esta última la que más consume, especialmente en mercados de pollerías y restaurantes. Una consecuencia es la deforestación de algarrobos y su extracción ilegal como carbón para comercializarlo. Según Barrena (s/d, citado por la FAO, 2010), se estimó que el consumo de leña y carbón total del país fue de cerca de 4 millones de toneladas anuales. En ese contexto, el Estado peruano ha regulado el aprovechamiento sostenible de los bosques secos de la costa, de acuerdo al plan de manejo aprobado, promoviendo la participación de la población local para asegurar su aprovechamiento responsable; así lo estableció la Ley Forestal y de Fauna Silvestre Ley N.° 27308 (derogada), y actualmente se mantiene con la vigente Ley Forestal y de Fauna Silvestre Ley N.° 29763, en ambas se dispone que su aprovechamiento se enmarca en una autorización o permiso, según la ley vigente al momento de su otorgamiento, y que es otorgada por la autoridad forestal y de fauna silvestre. Además, el 28 de junio de 2008, mediante Decreto Legislativo N.° 1085, se crea el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (OSINFOR), como un organismo público ejecutor adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), con personería jurídica de derecho público interno y cuyas funciones primordiales son la supervisión y fiscalización del cumplimiento de los títulos habilitantes que otorga el Estado a las personas naturales o jurídicas, para el aprovechamiento sostenible en las diferentes modalidades de acceso al bosque, entre ellas las autorizaciones (actualmente, permisos) en bosques secos, así como verificar el cumplimiento de las obligaciones y condiciones contenidas en los títulos y en los planes de manejo respectivos, además de brindar capacitaciones a los diversos actores del bosque. De esta manera, el OSINFOR, desde el año 2009 hasta la actualidad, viene realizando la supervisión y fiscalización de los títulos habilitantes otorgados, entre ellos el de aprovechamiento forestal maderable en bosques secos cuyo proceso de supervisión inició a partir de 2010, con la finalidad de garantizar la procedencia legal del recurso, por lo que, en esta oportunidad, tiene el propósito de presentar los resultados de los procesos de supervisión, fiscalización y capacitación realizados a esta modalidad de aprovechamiento. Máximo Salazar Rojas Jefe (e) del OSINFOR

Documentos

Vista preliminar de documento APROVECHAMIENTO-FORESTAL-EN-BOSQUES-SECOS-final

APROVECHAMIENTO-FORESTAL-EN-BOSQUES-SECOS-final

PDF
17.4 MB