Una Elección sin partido peronista
Nota de prensa29 de abril de 2003 - 12:00 a. m.
Los peronistas somos como los gatos: cuando todos creen que nos estamos peleando, en realidad nos estamos reproduciendo. La frase pertenece al tres veces presidente argentino Juan Domingo Peron, fundador del partido Justicialista. Pero el concepto, pronunciado hace decadas por el carismatico político argentino, corre el riesgo de caer en saco roto en medio de la peor division en la historia del peronismo. El partido, mayoritario en Argentina, no presento candidato en las Elecciones presidenciales del domingo 27 de abril, un hecho que sucede por primera vez desde su fundacion en la decada del 40, con excepcion de los Años en que estuvo proscripto por los regimenes militares. Sin embargo, muy pocos dudaron en las semanas previas a las Elecciones que los argentinos terminarian eligiendo, el mismo domingo 27 o en una segunda vuelta el 18 de mayo, a un presidente peronista. Es que los peronistas dividieron las aguas y concurrieron con cuatro listas distintas a las presidenciales, sin simbolos partidarios y representando a alianzas con nombres de ocasion sacadas de la galera y a las apuradas por los aspirantes a suceder a otro peronista, Eduardo Duhalde, llamado de urgencia para apagar el incendio que habia estallado en el pais tras la caida de Fernando de la Rua el 20 de diciembre de 2001. Asi, el ex mandatario Carlos Menem debio luchar palmo a palmo por el tradicional voto peronista con el gobernador de la patagonica provincia de Santa Cruz Nestor Kirchner (delfin de Duhalde); el fugaz ex mandatario Adolfo Rodriguez Saa y el casi desconocido Juan Ricardo Mussa. Las huestes de estas cuatro lineas internas no se pusieron de acuerdo para dirimir sus primarias, dando paso a una historica division que puso al partido mayoritario argentino al borde del abismo. "El peronismo esta roto. Tal como fue concebido, como un movimiento de masas, este es el final del peronismo", dice a Proceso el lider "piquetero" Luis D`Elia, fundador de la Federacion Tierra y Vivienda y candidato a gobernador para los comicios complementarios de septiembre en la provincia de Buenos Aires por el Partido de los Trabajadores aun en formación y que busca reeditar en Argentina el PT que llevo a la presidencia de Brasil al sindicalista Luiz Inacio Lula da Silva. La pelea en el peronismo tuvo dos aristas bien diferenciadas que provocaron, con sus incesantes tironeos, el cisma partidario: por un lado, Menem; por el otro, Duhalde. La pelea Menem-Duhalde se dirimio en los pasillos partidarios con una rotunda victoria para el actual presidente, que aposto por un triunfo de su delfin Kirchner para continuar enquistado, con su aparato político-partidario, en las maximas estructuras de poder. Duhalde derroto a Menem forzando la suspension de las internas bajo la excusa de que no estaban dadas las condiciones, agitando fantasmas de fraude por irregularidades en los padrones partidarios."Son los mismos padrones con los cuales el fue electo senador en 1997", replico Menem al verse acorralado por el poderoso aparato peronista bonaerense que maneja Duhalde. Todos los sondeos previos a las frustradas internas daban como seguro ganador a Menem por sobre Rodriguez Saa, Kirchner y el gobernador de la centrica provincia de Cordoba Jose Manuel de la Sota, por entonces "delfin" de Duhalde y que jamas logro despegar en las encuestas. Duhalde perge?o entonces su estrategia de suspender las primarias, le retiro el respaldo a De la Sota y eligio a Kirchner como su nuevo favorito ante el avance del gobernador santacruce?o en el electorado "progresista" no peronista. Rodriguez Saa, ante la feroz "pelea a muerte" de los dos pesos pesados, ya habia anunciado su candidatura por afuera de la estructura partidaria y Mussa, un eterno perdedor, denunciaba a diestra y siniestra los manejos del "poder peronista". D`Elia afirma que "los candidatos del peronismo interpretan proyectos muy distinto