Partidos: bases de la democracia (Diario El Peruano)
Nota de prensa4 de noviembre de 2003 - 12:00 a. m.
En 1992, luego de que el Jefe de Estado quebrantara su juramento de cumplir y hacer cumplir la Constitucion y las leyes, los defensores de la naciente autocracia buscaron argumentos para justificar lo injustificable en nombre de la democracia. Esto fue el origen de las criticas a la denominada ?partidocracia?, es decir, el dominio del sistema político por cupulas no elegidas que distorsionaban el sistema político. De este modo se inicio la satanizacion de los partidos políticos, parte esencial del discurso del regimen de la decada de 1990. Se trataba de reducir a la impotencia a las organizaciones políticas que ?como bien lo sabian los jerarcas de aquel regimeN° eran los pilares del sistema democratico. Se fomento la presencia de agrupaciones independientes, carentes de ideologia, principios y organización, toda vez que si estas dominaban el Poder Legislativo, seria facil conseguir transfugas. Una vez reconquistada la democracia, nos encontramos con la urgente necesidad de fortalecer nuestras instituciónes y, dentro de ellas, un sistema de partidos solido que sea la base de la gobernabilidad. Por esta razon, consideramos muy importante la Ley de Partidos, cuyas disposiciones de reciente vigencia no vamos a comentar en esta ocasion, sino que solo se?alaremos cuestiones de principio que sirven de contexto general a cualquier legislacion sobre este tema. Un primer aspecto es la democracia interna. Si las organizaciones políticas actuan sobre la base de un sistema democratico y cuentan con ideales centrados en la defensa de este modelo político, es incoherente que al interior de un partido existan estructuras verticales y autoritarias, con la consecuente desatencion de la voz de la mayoria de los militantes. Otra cuestion importante tiene que ver con el ideario, los principios y las bases doctrinarias de aquellos grupos organizados que desean competir por el gobierno del pais. Acerca de esto, no solo es necesario que exista un pensamiento coherente, sino que tambien los planteamientos de cada agrupacion sean compatibles con el sistema democratico y republicano en el cual vivimos. Finalmente, es importante considerar que la abundancia de agrupaciones debiles constituye un presente griego para la democracia, pues torna dificiles los consensos y facilita un clima de inestabilidad que puede ser letal en democracias fragiles. El ejemplo de los regimenes políticos mas solidos y avanzados nos muestra que el sistema funciona mejor con pocos partidos grandes y fuertes que con un confuso conglomerado de fuerzas en disputa permanente. Ir a la Ley de Partidos