<html>La urgencia de ordenar el sistema electoral <i>Editorial de El Comercio</i> </html>

Nota de prensa

17 de junio de 2004 - 12:00 a. m.

Lo razonable es que el JNE asuma su responsabilidad en el ambito jurisdiccional, pero reconociendo a la ONPE y al RENIEC su autonomia y prerrogativas Técnicas para organizar los procesos y mantener un registro electoral confiable. Editorial de El Comercio- 13 de noviembre del 2003. Hay suficientes argumentos para aprobar el dictamen de la Comision de Constitucion que propone una reforma constitucional en el delicado tema del sistema electoral. Resulta adecuado que se reserve exclusivamente para el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) las funciones de un tribunal electoral, es decir el arbitro maximo en materia solo jurisdiccional; en tanto que a la ONPE deben corresponderle todos los asuntos organizativos y administrativos de los procesos. El Reniec, en tanto, debe seguir con la responsabilidad de mantener y conservar un registro electoral actualizado y confiable.Es indispensable subrayar que, normativamente, el JNE no puede ser juez y parte en los asuntos de contingencia organizativa. No tiene sentido, por tanto, que el JNE sostenga que, si no se le asigna preeminencia jerarquica total, no podria garantizar las Elecciones. Solo con los cambios propuestos se podra poner punto final a la espinosa confrontacion por competencias, ademas de evitar la duplicacion de esfuerzos y posibilitar el desempe?o eficiente de estas entidades en cualquier lid electoral.Se zanjaria tambien un aspecto crucial del Codigo Electoral, que pretende unificar y modernizar la dispersa y hasta contradictoria legislacion sobre la materia originada por las modificaciones de la Carta de 1993 durante el regimen fujimoristaantes de julio del proximo Año cuando se de la largada para los futuros comicios nacionales.Por todo ello, debe saludarse el consenso entre las principales fuerzas políticas del Congreso para aprobar esta reforma constitucional. Ello implica evitar cualquier vacio o enfrentamiento que ponga en entredicho la transparencia, legitimidad e imparcialidad del sufragio, proceso fundamental para la expresion de la voluntad popular y la alternancia democratica. Ver El Comercio on-line