En complejo arqueológico de Zaña se descubre monumental cámara funeraria de época inca

Nota de prensa
Por sus características es única en la región y ha sido rescatada de su inminente destrucción por huaqueros en Cerro Blanco – Zaña.

Oficina de Relaciones Públicas

13 de febrero de 2019 - 4:35 p. m.

Una importante cámara funeraria inca, cuyas dimensiones y características no tienen precedentes en Lambayeque, fue descubierta en el Complejo Arqueológico Mata Indio, Sub sector Cerro Blanco – Zaña, por arqueólogos de la Unidad Ejecutora 005 Naylamp Lambayeque del Ministerio de Cultura. El hallazgo fue resultado de un patrullaje de prevención contra el huaqueo, realizado el 17 de octubre del año 2018 por el Museo de Sitio Huaca Rajada – Sipán en los sitios arqueológicos de la margen izquierda del valle de Zaña, donde se encontró la sorprendente evidencia de un importante espacio funerario prehispánico en medio de la pampa, producto del saqueo de los profanadores.

Para evitar su destrucción, el 10 de diciembre se inició la “Acción Arqueológica de Emergencia”, financiada por la Unidad Ejecutora 005 Naylamp y autorizada por el Ministerio de Cultura, procediéndose a realizar acciones inmediatas de liberación de escombros y limpieza de arena hasta definir el recinto subterráneo y sus elementos asociados, evaluar su estado de conservación, y efectuar el registro ordenado de todo lo identificado, estabilizar estructuras, para luego recubrir la cámara.

La cámara funeraria presenta grandes muros de adobe, enlucido simple, de buena calidad mide interiormente 7.89 m en el lado noroeste, 8.42 m al noreste, 7.23 m al sureste y 8.44 m al suroeste por una profundidad de 4.80 m. El recinto fue edificado de adobes plano rectangulares altos con los paramentos internos enlucidos de arcilla. Se construyó a partir de la excavación en el suelo de una fosa con la profundidad y dimensiones intencionalmente planificadas para albergar los restos mortuorios de algún personaje principal y sus acompañantes, en su viaje al más allá; así como la gran cantidad de ofrendas que colocarían en hornacinas y entorno de los individuos.

En el transcurso de limpieza de la cámara funeraria hallaron una hornacina conteniendo 37 valvas de Spondylus, y en el extremo norte de la cámara, a nivel de superficie de la capa estéril, descubrieron parte de los restos de varios individuos muy afectados por las acciones de saqueo, que debieron ser colocados en fardos de textiles, acompañados de diversas ofrendas: valvas de Spondylus, cerca de cuatro mil crisoles y numerosas cuentas de conchas de moluscos, algunos objetos y láminas de cobre y plata, y dos vasijas aribaloides fragmentadas que se mantuvieron in situ a pesar del constante huaqueo que sufrió el contexto funerario a lo largo del tiempo. Por debajo de estos individuos, encontraron cuatro intrusiones circulares conteniendo escasos restos de niños en muy mal estado de conservación.

Periodo inca

Las vasijas permiten relacionar culturalmente la cámara funeraria al periodo Inca. Asimismo, el hallazgo de restos óseos de niños abre la posibilidad de haber sido sacrificios humanos, una tradición muy propia de la época.

“El hallazgos de restos óseos de niños en la época inca en un contexto como este, abre la posibilidad de ser testimonio de sacrificios dedicados a un grupo de personas de la elite local que se colocaron en esta tumba en fardos funerarios. Los niños fueron ubicados en fosas bajo el nivel del piso de roca, en dirección de este a oeste, un eje simbólico muy importante para la época”, explicó el director de la Unidad Ejecutora Naylamp, Alfredo Narváez Vargas.

Asimismo, indicó que por las evidencias encontradas en el complejo habría más cámaras de élite de este tipo. “El sitio guarda gran potencial científico, por ende, se necesita adoptar medidas de trabajo conjunto entre las autoridades locales y las comunidades aledañas para su preservación por la naturaleza monumental de la arquitectura funeraria, el simbolismo del lugar y el status de los personajes inca aquí enterrados en complejas ceremonias fúnebres”.

Antecedentes:

La profanación sistemática de un cementerio prehispánico en el complejo arqueológico Mata Indio ha tenido varios episodios que se remontan probablemente desde la época colonial. La gran cantidad de pozos de huaquero son evidencia de tal destrucción.

En la memoria de diversas personas de la zona, se recuerda el año 1980 cuando tuvo lugar la profanación de cámara funeraria conteniendo seguramente un grande y variado ajuar que con mucha probabilidad habría pertenecido a diversos personajes de elite del valle de Zaña.

Consecuentemente, en los primeros años del 2000, se supo del saqueo de objetos arqueológicos provenientes de una tumba del sector Cerro Blanco en el complejo Mata Indio.

En el mes de octubre del año 2018, el arqueólogo Anaximandro Núñez Mejía, profesional del Museo de Sitio Huaca Rajada Sipán durante sus permanentes vigilancias y monitoreo, encontró en el arenal de la pampa una sorprendente evidencia producto del saqueo de los profanadores: se trataba de una cámara subterránea de gran dimensión, bajo grandes capas de arena removida, que mostraba evidencias de varias hornacinas ubicadas en cada uno de sus muros.