Decomisos a los ambulantes serán para niños pobres

Nota de prensa
• Arturo Fernández, reitera que no será responsable de incautaciones.
Si ambulantes persisten en ocupar las aceras, sus productos serán decomisados y entregados a los niños pobres.
Se retirará tranqueras y todo tipo de artefactos que impidan en libre tránsito.
Alcalde Arturo Fernández escuchó a algunos transeúntes.
Las calles deben permanecer libres para el tránsito de peatones.

Fotos: Gerencia de Imagen Institucional - MPT

Área de Prensa - MPT

2 de mayo de 2023 - 11:48 a. m.

Si hay comerciantes informales y ambulantes que persisten en ocupar las aceras de la avenida España, sus productos van a ser decomisados y serán entregados a los niños pobres, señaló el alcalde provincial de Trujillo, Arturo Fernández Bazán, al recorrer parte de esta vía para verificar que continúe libre al tránsito peatonal.
“Lo he dicho y lo vuelvo a repetir, queremos limpieza, orden y seguridad. No me hago responsable por las cosas que se decomisen”, dijo al recorrer las cuadras 20 y 21 de esta transitada vía que solía ser una de las que más ambulantes e informales tenía.
La autoridad pidió a los comerciantes formales e informales ser respetuosos de los derechos de los demás y a que voluntariamente eviten volver a ocupar las veredas. En tal sentido, adelantó que está de acuerdo con que el sereno se lleve las cosas de quienes no acaten las normas ediles.
No respetan, todo el mundo saca sus cosas a vender en la calle. Todo el mundo hace lo que quiere y eso no se va a permitir. Los ambulantes se creen dueños de las calles. Mientras yo esté como alcalde, hasta el último día, no voy a permitir ambulantes, dijo.
“Todos hablan del respeto a sus derechos, pero se olvidan que estos comienzan por respetar los derechos de los demás”, remarcó en avenida España, donde entre las cuadras 20 y 21, la autoridad verificó que se siga cumpliendo que estén libres las aceras, sin comerciantes informales y ambulantes.
Fernández ingresó también a la calle Atahualpa, entre España y Sinchi Roca, pidiendo a los vendedores, de fruta, ropa y calzado, entre otros, que se retiren voluntariamente, caso contrario sus cosas serían decomisadas para ser entregadas a los niños pobres.