Árbol de plaza de armas fue podado drásticamente porque podía caer
Nota de prensaPonciano tiene 45 años y los troncos de sus ramas se estaban pudriendo.

16 de diciembre de 2025 - 2:20 p. m.
Debido al riesgo inminente por el estado de pudrición y angulación de sus ramas, un añoso ponciano de 12 metros de altura, ubicado en una de las esquinas de la plaza de armas, entre los jirones Independencia y Orbegoso, recibió una poda drástica por parte del personal del Servicio de Gestión Ambiental de Trujillo (Segat).
El árbol tiene unos 45 años, está frente a la Catedral y tenía los troncos de sus ramas podridas, con orificios en la parte central, incluso una estaba en posición desproporcional de inclinación, con mucho peso a un lado, lo que agravaba el riesgo de que caiga en cualquier momento y lesione a algún transeúnte.
Estos problemas fitosanitarios obligaron a tomar la decisión de hacer una tala drástica, al no tener en estos momentos un ponciano para reemplazarlo. “Se optó por la poda drástica para ver si se le puede recuperar”, dijo Paul del Carpio Sedano, subgerente de Áreas Verdes del Segat.
La intervención se hizo con un equipo especial del Segat, atendiendo la denuncia de un ciudadano y después que se verificó el estado real del árbol, de la variedad Delonix Regia, que presentaba una trifurcación a 3.5 metros de altura y un estrangulamiento a los seis metros, debido a que tenía colocado alrededor del tronco un alambre.
El ponciano presentaba un orificio de aproximadamente 25 centímetros de diámetro en una de las ramas principales y una cangrenación; y en esa misma rama, a un metro más de altura, otra lesión similar, poniendo en serio riesgo un posible desgarramiento y caída intempestiva, por lo que se procedió a su corte desde la altura del tronco.
Una segunda rama presentaba un orificio a la altura de donde se cortó, para evitar un desgarramiento; y una tercera rama tenía una inclinación de más de 45 grados, por lo que se procedió al corte de la rama para equilibrar la copa.
Las condiciones inseguras del ponciano, de 12 metros de altura fueron determinantes para el corte total de sus ramas, ante el riesgo inminente de un accidente.
Después de hacerse la tala drástica se observaba claramente los orificios en la parte central de los troncos de las ramas, lo que habría terminado con su rotura y caída, dejando en serio riesgo la integridad física de quienes pasaban por la plaza de armas.
El árbol tiene unos 45 años, está frente a la Catedral y tenía los troncos de sus ramas podridas, con orificios en la parte central, incluso una estaba en posición desproporcional de inclinación, con mucho peso a un lado, lo que agravaba el riesgo de que caiga en cualquier momento y lesione a algún transeúnte.
Estos problemas fitosanitarios obligaron a tomar la decisión de hacer una tala drástica, al no tener en estos momentos un ponciano para reemplazarlo. “Se optó por la poda drástica para ver si se le puede recuperar”, dijo Paul del Carpio Sedano, subgerente de Áreas Verdes del Segat.
La intervención se hizo con un equipo especial del Segat, atendiendo la denuncia de un ciudadano y después que se verificó el estado real del árbol, de la variedad Delonix Regia, que presentaba una trifurcación a 3.5 metros de altura y un estrangulamiento a los seis metros, debido a que tenía colocado alrededor del tronco un alambre.
El ponciano presentaba un orificio de aproximadamente 25 centímetros de diámetro en una de las ramas principales y una cangrenación; y en esa misma rama, a un metro más de altura, otra lesión similar, poniendo en serio riesgo un posible desgarramiento y caída intempestiva, por lo que se procedió a su corte desde la altura del tronco.
Una segunda rama presentaba un orificio a la altura de donde se cortó, para evitar un desgarramiento; y una tercera rama tenía una inclinación de más de 45 grados, por lo que se procedió al corte de la rama para equilibrar la copa.
Las condiciones inseguras del ponciano, de 12 metros de altura fueron determinantes para el corte total de sus ramas, ante el riesgo inminente de un accidente.
Después de hacerse la tala drástica se observaba claramente los orificios en la parte central de los troncos de las ramas, lo que habría terminado con su rotura y caída, dejando en serio riesgo la integridad física de quienes pasaban por la plaza de armas.