Siguiendo el vuelo de una jabalina

Nota de prensa
Un crónica sobre Hernán Yufra Rejas, por Miguel Coaquira.
noti-08973.jpg

25 de agosto de 2023 - 12:00 a. m.

Una caña hueca atraviesa el cielo gris tacneño y, metros más abajo, un niño acelera sus latidos y sus brillosos ojos siguen la trayectoria del proyectil que segundos antes salía impulsado de su mano derecha. Así se iniciaba un atleta en el populoso barrio Callao, su nombre era Hernán Yufra Rejas y sus sueños de convertirse en un campeón, lo motivaban a levantarse temprano para practicar con la jabalina casera de él mismo preparaba “Y quien hacia volar bien bonito la caña ¡era yo! nadie me ganaba” afirma Hernán, quien ahora evoca esos años maravillosos de su infancia, que llegan acompañados con el arrullo del Caplina que pasaba por la parte trasera de su casa y añade “allí crecían las cañas, con ellas preparaba mis jabalinas”. 

En la etapa colegial en el glorioso Bolognesi, donde ya destacaba en el atletismo, la fijación de Hernán al entrar al colegio era pasar por la sala de deportes, allí podía distinguir entre los otros implementos deportivos una verdadera jabalina, que lucía como un gran trofeo que nadie podía tocar. Esto significa un reto para Hernán haciendo que aspire a algún día poder tocarla y lanzarla lo más lejos posible.

Aquel deseo le llegó una mañana cuando el profesor de educación física Don Juan Viacava Vargas, lo llevó a la cancha deportiva y allí se encontraba en el medio del campo la ansiada jabalina, que en acto olímpico se la entrega.  Lo que vendría posteriormente, serían días de duro entrenamiento. A los 16 años viaja a Lima, más de 48 horas en un polvoriento bus de la Empresa Santa María. “Después de tan largo viaje llegué más cansado que camello del desierto, pero todo ese agotamiento se me pasó cuando ingresé al Estadio Nacional José Diaz, me quedé admirado, la torre era más grande que las fotos”. Tras una reñida competencia logra consagrarse 1966 como Campeón Nacional, venciendo al más voceado, Juan Bryce, con un récord de 42 metros. 

Así como Yufra es a jabalina, jabalina es a Yufra, y para lograr esta pertenencia indisoluble en el deporte nacional, tres generaciones la respaldan. Esta historia se inicia allá por los años 30 del siglo pasado con el campeonato nacional que lograra Felina Olga Rejas Gonzales, la madre de Hernán, y para seguir con esta dinastía, años más adelante Jens Yufra, hijo de Hernán, también logra coronarse como Campeón Nacional de jabalina. Así se marca esta dinastía a punta de sacrificio y mucha disciplina.

Luego vendría el viaje a Alemania y su especialización en Educación Física y regresar a su país para volcar todos sus conocimientos en su tierra. “Lo que pasa es que los limeños pagaban muy poco, decidí regresar a mi querida Tacna, preparar a deportistas que les hicieran competencia a los capitalinos, a los que ganamos en diferentes oportunidades, siempre fuimos los cucos de los limeños”. De esa manera logró ser Campeón Master Sudamericano el año 2011 obteniendo a lo largo de su vida 142 medallas.

Este último año vendría un reto más en su vida. Su salud se resquebrajó, pero como gladiador    va ganando esta batalla, sueña con volver a entrenar antes de que salga el sol en la avenida Bolognesi y volver a ser el Toro Yufra. A sus 74 años quiere seguir compitiendo. “Espero estar el próximo año en Polonia y traer una medalla más para Tacna y con eso me retiro”, dice.