Yungay – Ranrahirca, Tierra de Historia y Coraje:

El 31 de mayo de 1970 es una fecha que quedó grabada en la memoria de todos los peruanos, especialmente en los corazones de los habitantes de Yungay, Áncash. Hoy, al conmemorarse un año más de aquel trágico suceso, nos reunimos no solo para recordar la devastación que trajo el terremoto y aluvión que arrasó con esta hermosa tierra, sino también para rendir homenaje a la resiliencia y fortaleza de su gente.

Aquel fatídico día, la naturaleza desató su furia con una magnitud de 7.8 en la escala de Richter, seguido de un deslizamiento de rocas, hielo y lodo desde el nevado Huascarán que sepultó el pueblo de Yungay bajo toneladas de escombros. En medio de la tragedia, emergieron historias de valentía y solidaridad, de hombres y mujeres que, a pesar del dolor y la pérdida, se unieron para reconstruir sus vidas y su comunidad.

Hoy, al recorrer las calles de toda la provincia de Yungay, sentimos el eco de aquellos días en cada rincón, en cada monumento, en cada flor que adorna el Campo Santo. Cada 31 de mayo, el cielo de Áncash se llena de lágrimas y recuerdos, pero también de una profunda admiración por aquellos que se levantaron de las ruinas, demostrando que la esperanza y el amor por la tierra son más fuertes que cualquier adversidad.

Como todos los años, en este aniversario también se participó del simulacro de sismo, una actividad que no solo honra la memoria de los caídos, sino que también refuerza la preparación y conciencia de la población ante posibles desastres naturales. Este ejercicio de prevención y educación comunitaria refleja el compromiso de Ranrahirca y sus habitantes por aprender del pasado y estar mejor preparados para el futuro.

En estos 53 años de aquel fatídico accidente, conmemoramos no solo el recuerdo de los que partieron, sino también la vida y la perseverancia de quienes, con un espíritu indomable, continúan construyendo un futuro mejor para toda la provincia de Yungay. La memoria de aquel 31 de mayo de 1970 nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de la vida y la importancia de la unión y la solidaridad en tiempos difíciles. Yungay - Ranrahirca, tierra de historia y coraje, hoy más que nunca te recordamos y te honramos.