Mujer Productiva: programa de empoderamiento y emprendimiento femenino

Nota de prensa
Mujer Productiva es ejecutado a través de la Gerencia de Desarrollo Económico Local y financiado por el Fondo Social-TPE. Hasta el momento ha logrado capacitar a 100 mujeres.

30 de mayo de 2022 - 8:16 a. m.

En el área de cocina de la I.E. Fe y Alegría se aderezan los sueños de alrededor 100 mujeres paiteñas; ávidas de aprender y crear su propio negocio que les genere independencia económica para colaborar en el bienestar de sus hogares.

Mariela Paiva Tume, es una comunera de la comunidad campesina San Francisco de la Buena Esperanza, que ha crecido entre las recetas caseras de su abuela y luego de su madre, pero ahora aprendió a innovar sus comidas y tener un mejor conocimiento de las bondades de nutritivas de cada platillo gracias al programa, “Mujer Productiva” de la Municipalidad de Paita y el Fondo Social TPE.

“Es la primera vez que participo en un taller así. Hay ingredientes que hacen especial la comida; por ejemplo, un tip que he aprendido para el pollo a la brasa, es la calidad del pollo para que su carne quede doradita. También en el caso del arroz chaufa, es la salsa de ostión que nunca había usado y ahora con estos tips que practico en mi casa, el sabor es mucho más agradable”, comentó entusiasmada esta madre paiteña.

Ella cuenta que se enteró de este programa gracias a la publicación que hizo una amiga a través de sus redes sociales. Según indica este tipo de cursos son caros y no contaba con los recursos para seguirlo.

Por esa razón, agradece la alianza entre la Municipalidad y el Fondo Social Paita que les permite aprender una variedad de platos con ingredientes que nunca han usado, tal es el caso del arroz chaufa, cuyo ingrediente “secreto” es la salsa de ostión.

Por su parte, Nora Santos Tocto, de 53 años, del comedor popular Rey de Reyes, comentó que, “por naturaleza y como mujeres sabemos cocinar, pero nunca es malo aprender de la mano de un profesional, quien nos hace participar en la preparación de cada plato, y pues a través de la práctica se aprende”, detalló Santos Tocto.

Además, Marlene Ramos Olivares, de 44 años, del anexo Viña del Señor, manifestó que sí recomendaría este programa a sus demás vecinas porque aprenden de una forma amigable y, sobre todo, gratuita.

Estas mujeres de diferentes sectores de Paita, provenientes, en su mayoría, de asentamientos humanos, anexos comunales y de la comunidad campesina San francisco de la Buena Esperanza, divididas en dos grupos, reciben clases de cocina de las manos del chef Cristhoper Chuquihuanca Rojas. El primer grupo acude a clases los lunes, miércoles y viernes, mientras que el segundo grupo los martes, jueves y sábados, de 2:00 a 5:00 p. m.

Ellas forman parte del proyecto Mujer Productiva: Aprende y Emprende que inició en el mes de marzo y busca convertirse en el instrumento para que las madres de familia, encuentren en la cocina, un lugar que es familiar para ellas, una herramienta de emprendimiento para generar ingresos propios.

De acuerdo a lo manifestado por el chef, las madres han aprendido a preparar una variedad de platos que tienen alta demanda por los comensales pero que también tienen un costo módico que les permita obtener ganancias, entre ellos: alitas al tamarindo picante y alitas a la BBQ, hamburguesas, pizzas, postres, sandwichs.

¿Cómo nace Mujer Productiva?

A inicios del mes de marzo la Municipalidad de Paita y el Fondo Social-TPE, lanzaron el programa Mujer Productiva: Aprende y Emprende, con la finalidad de cerrar las brechas generadas por la pandemia del Covid-19 y reactivar el emprendimiento femenino.

Mujer Productiva es ejecutado a través de la Gerencia de Desarrollo Económico Local y financiado por el Fondo Social-TPE. Hasta el momento ha logrado capacitar a 100 mujeres, cuya clausura será el 14 de junio con la exposición de una variedad de platos preparados por ellas mismas, con las indicaciones del chef Chuquihuanca.

En la primera semana del mes de julio se abrirá un nuevo grupo que buscará capacitar al mismo número de mujeres empeñosas en salir adelante, haciendo lo que más les gusta, cocinar.

En retribución a su asistencia y compromiso, las 100 madres participantes recibieron indumentaria y cuadernos de trabajo, para el desarrollo de las clases y les permita cumplir con los protocolos sanitarios dentro de la cocina.