Cesar Armando García Castillo, un bachiller en ciencias administrativas que nos demuestra que la discapacidad no es incapacidad

Y de repente mi mente se puso en blanco y me hizo preguntarme una y otra vez ¿cómo? es que estando sana veo, ciertas veces, muchas dificultades al momento de ir por una meta propuesta. Es lo que me pasó al conversar con César Armando García Castillo, un joven de 30 años que, últimamente, ha ganado titulares al graduarse como bachiller en Ciencias Administrativas, en la Universidad Nacional de Piura.

Y se preguntarán ¿cuál es la novedad? Es que César fue diagnosticado con retraso psicomotor (RPM) y, esto, no fue obstáculo para que logre graduarse de una carrera en el alma máter de Piura, donde empezaron 45 estudiantes y terminaron un promedio de 23.

Cesítar, como le llaman sus papás, me cuenta que su discapacidad se dio porque nació prematuro, de 6 meses con 15 y casi se asfixia. Esto le afectó parte de su cerebro, la parte del nervio y habla, pero no la inteligencia para desenvolverse como cualquier persona con ganas de surgir y ganar un nombre en la historia de su comunidad.

Sus estudios comenzaron cuando en Paita se instaló la sede de la Universidad Nacional de Piura- una clara muestra de la importancia de la descentralización de la educación-.

Aquí, vino el primer obstáculo pues, al poco tiempo, la sede cerró y las clases serían en la ciudad de Piura. Debía tomar la decisión de quedarse en Paita o trasladarse a Piura, pero gracias a las coordinaciones y, como era su último año, logró terminar en Paita en el año 2019.

El 16 octubre del 2019, inicia como practicante en la Oficina de Atención a las Personas con Discapacidad (Omaped). Luego por la pandemia, tuvo que regresar a casa, pero, nuevamente, el 4 de abril del 2021, el alcalde, lic. Enrique Silva Zapata, lo vuelve a convocar como encargado de los tramites de carnet CONADIS y del programa CONTIGO.

Desde entonces se le ve a diario luchando para ayudar a que las personas con discapacidad tengan acceso a los programas sociales del Estado y mejoren sus condiciones de vida.

Su sueño es seguir formándome académicamente y así demostrar que no hay imposibles. Que con la ayuda de Dios, todo se puede alcanzar.