Nutrición ortomolecular y holística fortalece el sistema inmunológico
Nota de prensa
2 de marzo de 2021 - 3:25 p. m.
Los alimentos siempre han jugado un papel importante en la salud de las personas, sobre todo si buscan bajar de peso, mantener estables los niveles de glucosa o colesterol en la sangre y fortalecer el sistema inmunológico ante enfermedades como la gripe o el COVID-19.
Para la licenciada Tanya Rocca, nutricionista de Sisol Salud de la Municipalidad de Lima, es importante contar siempre con una dieta rica en nutrientes, pues la falta de vitaminas o minerales produce enfermedades que pueden ser muy graves. Por ello recomienda una nutrición ortomolecular y holística.
“Es una terapia nutricional compleja que analiza el organismo de cada persona para saber lo que realmente requiere en cuanto a vitaminas y minerales. Y es fundamental que vaya ligada a la parte holística, pues permite ver el estado emocional, mental y físico; el estrés produce enfermedades que, diagnosticadas a tiempo, pueden evitarse. Cada año niños, adolescentes y adultos sufren desde diabetes hasta preinfartos”, explica la especialista.
Añade que la terapia holística ve al cuerpo como un todo y a sus procesos como interdependientes. Es decir, no prescribe un nutriente en particular para un determinado problema, sino que dirige su atención al funcionamiento del cuerpo y sus sistemas en general.
Rocca asegura que alimentarse bien no es tan fácil debido a ciertos factores. Por ejemplo, el consumo de pan blanco, harina refinada y arroz blanco produce la pérdida de nutrientes como el zinc y la vitamina B1, y daña el estado del intestino, con lo que se dificulta la absorción de los alimentos.
“Consumir azúcar en exceso afecta la absorción de minerales como el magnesio y agota las reservas de vitamina B1 o tiamina. El café y el té tienen el mismo efecto sobre la tiamina; además, inhiben la absorción de hierro, desequilibran los niveles de sodio y potasio, debido a su efecto diurético, y desmineralizan los tejidos. En los estados de ansiedad se multiplican por cinco las necesidades de calcio; el estrés agota las glándulas adrenales y ocasiona pérdida de nutrientes. Durante la respuesta al estrés se agotan las reservas de magnesio y potasio, los aminoácidos carnitina y glutamina, vitamina C, zinc y coenzima Q10”, asegura la nutricionista.