Tradición Punteña

Ayer, 21 de mayo, la hermandad de los cargadores de la Santísima Cruz de La Punta desarrolló la tradicional romería en honor a esta celebración, en la Escuela Naval, suspendida por la Pandemia de Covid-19, durante los últimos 3 años.

Los feligreses, guiados por la presidenta de la hermandad, Pilar Rivasplata, acompañada del capellán de la Escuela Naval, Padre Jimmy Tello, el alcalde de la Punta, Ramón Garay León, junto a su esposa Patricia Salazar, se dirigieron, escoltados por un grupo de cadetes y la banda de la Marina, en procesión hacia la zona denominada Punta Punta, lugar en donde reposa la Cruz.

Como de costumbre se bajó la Cruz, para que fuera limpiada y revestida de un manto. Enseguida se procedió a la paraliturgia a cargo del Padre Jimmy, quien hizo un resumen del origen de esta festividad, indicando que la historia puede variar un poco, debido a la tradición oral, sin embargo, es importante resaltar por qué se reúnen y celebran.

“De acuerdo a los registros de la iglesia católica, la Cruz se colocó luego del terremoto que destruyó el Callao el 28 de octubre de 1746. Con el tiempo y debido a los estragos de la naturaleza, fue recogida por el mar. La población, al darse cuenta de que no podía quedarse sin protección, construyó una nueva Cruz en el año 1882; y es la que hasta el día de hoy se mantiene para cuidar y proteger a La Punta”, indicó Tello.

El burgomaestre sostuvo que no podemos dejar que nuestras tradiciones se pierdan, sobre todo, una tan importante como la Cruz de La Punta. “Hemos atravesado una pandemia en la que se han ido tantos punteños, peruanos y gente en el mundo; y hoy seguimos aquí.

No podemos acordarnos de Dios solo cuando nos pasa algo malo o únicamente para pedirle, sino que en todo momento lo debemos tener presente y celebrarlo, darle gracias”, enfatizó.

Seguidamente, las mujeres cargaron la Cruz, danzaron con ella una marinera y un huayno. Luego fue subida, con gran dificultad, por varios hombres, quienes la colocaron mirando al mar y la asentaron, quedando erguida y majestuosa.

Finalmente, los organizadores prometieron retomar la procesión, que usualmente precedía a la romería, el próximo año.