Crónica de un simulacro anunciado

A las 3 en punto de la tarde de ayer jueves 15 de agosto, el sonido estridente de sirenas resonó en todo el Perú, marcando el inicio del Simulacro Nacional Multipeligro de sismo y tsunami. En La Punta, un distrito costero que enfrenta directamente la amenaza de estos fenómenos naturales, se logró reducir el tiempo de evacuación vertical.

La Plaza Principal de La Punta se convirtió en el epicentro de la acción. Un anillo de seguridad fue establecido, y el alcalde, Ramón Garay León, con voz firme y un megáfono en mano, incentivó a todos los vecinos a dirigirse rápidamente hacia el círculo de seguridad. Mientras la sirena seguía sonando, el simulacro recreaba un escenario de desastre: un terremoto de magnitud 8.8 en la escala de Richter, localizado a 60 kilómetros al oeste del Callao, desencadenando la alerta de evacuación.

En la plaza, se identificó un herido, y los brigadistas rápidamente acudieron en su auxilio, demostrando la eficacia de los protocolos de emergencia. Mientras tanto, el cuerpo de regidores, funcionarios municipales y vecinos, siguiendo las indicaciones del alcalde, comenzaron su desplazamiento hacia la Escuela Naval del Callao por el jirón Medina, el punto de evacuación designado.

Cinco minutos después del "terremoto", el alcalde continuaba motivando a los presentes a acelerar el paso, recordando la importancia de completar el recorrido en el menor tiempo posible. Al llegar a la puerta "Palo Unión" de la Escuela Naval, todos ingresaron y comenzaron a subir a las azoteas. Este forma parte de los 17 edificios de evacuación con los que se cuenta en el Plan de Contingencia ante Tsunami.

En la Escuela Naval, la organización fue clave. Militares, vecinos con sus mascotas, funcionarios, heridos, y personas con discapacidad fueron asistidos para subir por las tres escaleras disponibles. Once minutos y cuarenta segundos después se paralizó el cronómetro de conteo de evacuación desde que sonó la primera sirena. Un tiempo menor en 20 segundos al registrado en el último simulacro realizado en mayo.

Veinticuatro minutos después del inicio del simulacro y con casi 880 personas evacuadas en las azoteas de la Escuela Naval, el alcalde anunció la llegada de la primera ola, una masa de agua que no sería lo suficientemente alta en referencia a la zona de evacuación, pero si devastaría las áreas más bajas del distrito.

El alcalde Garay aprovechó este momento para reforzar el mensaje de prevención. Hizo un llamado a la participación continua en estos simulacros, destacando que la cultura de la prevención es vital en un distrito tan vulnerable como La Punta. Recordó a los presentes la diferencia entre una alerta, que indica un peligro lejano, y una alarma, que significa que la amenaza es inminente.

Garay también subrayó que los almacenes de la Escuela Naval están equipados con lo necesario para sobrevivir al menos 48 horas, y recordó a todos que La Punta es el único distrito del país que cuenta con una estrategia de evacuación vertical, lo que lo hace único en su enfoque frente a desastres de este tipo.

Finalmente, el alcalde dio por terminado el ejercicio, instando a todos a continuar informándose y participando activamente en futuros simulacros. Citó los recientes terremotos en Japón y el ocurrido en Pisco en el 2007 como recordatorios de la importancia de estar preparados, reforzando la responsabilidad de cada ciudadano en la prevención y respuesta ante desastres.