Fiscalía logra sentencia de 28 años de prisión contra acusada por delito de parricidio en Chiclayo
Nota de prensaMujer fingió no saber nada y hasta participó del velorio y entierro en donde recibía las condolencias al lado del féretro del agraviado.
Fotos: Oficina de Imagen Institucional
10 de julio de 2024 - 4:34 p. m.
En adelanto de fallo, la Tercera Fiscalía Provincial Penal de Chiclayo (Tercer Despacho), en Lambayeque, consiguió sentencia condenatoria de 28 años con cuatro meses de pena privativa de la libertad efectiva y al pago de S/ 200 000 por concepto de reparación civil, contra la acusada Rosmery Sebastiani Pérez Vásquez, como autora del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la figura de parricidio por alevosía, en agravio de Arturo T. C.
La pena se computará desde el día de su detención, el 3 de octubre de 2023, y vencerá el 2 de febrero de 2052, cursándose los oficios al Instituto Nacional Penitenciario de El Milagro de Trujillo en donde se encuentra recluida la hoy sentenciada, contra quien pesaba una orden de detención desde el 2016 en que sucedieron los hechos, manteniéndose prófuga por más de siete años.
La fiscal Haydée Bravo Chávez acreditó con 19 testimoniales, geolocalización del teléfono celular que usaba la parricida, constatación fiscal, pericias y prueba indiciaria, que el 10 de marzo de 2016, la acusada acudió acompañada de su hermano al cuarto del agraviado, y aprovechando que la víctima se encontraba ebria le produjeron diversas lesiones de consideración, para luego colocarle cinta de embalaje alrededor de sus fosas nasales, causándole asfixia, lo que produjo su deceso.
Luego, la acusada buscó al conviviente de su hija, quien se encuentra sentenciado por encubrimiento real, por ayudar a la acusada para arrojar el cuerpo del agraviado en un montículo de basura, a espaldas del colegio San José. Además, se probó que la acusada registró diversas llamadas en horas de la madrugada con su hermano, en el momento en que éste fue a arrojar el cadáver del agraviado.
Testigos indicaron que la acusada era una persona celosa, por ese motivo el agraviado alquiló una habitación; acreditándose que éste presentaba lesiones conforme a su historia clínica. A la fecha, se encuentra pendiente el juicio al hermano de la acusada, prófugo de la justicia, quien tiene una orden de captura a nivel nacional.
La pena se computará desde el día de su detención, el 3 de octubre de 2023, y vencerá el 2 de febrero de 2052, cursándose los oficios al Instituto Nacional Penitenciario de El Milagro de Trujillo en donde se encuentra recluida la hoy sentenciada, contra quien pesaba una orden de detención desde el 2016 en que sucedieron los hechos, manteniéndose prófuga por más de siete años.
La fiscal Haydée Bravo Chávez acreditó con 19 testimoniales, geolocalización del teléfono celular que usaba la parricida, constatación fiscal, pericias y prueba indiciaria, que el 10 de marzo de 2016, la acusada acudió acompañada de su hermano al cuarto del agraviado, y aprovechando que la víctima se encontraba ebria le produjeron diversas lesiones de consideración, para luego colocarle cinta de embalaje alrededor de sus fosas nasales, causándole asfixia, lo que produjo su deceso.
Luego, la acusada buscó al conviviente de su hija, quien se encuentra sentenciado por encubrimiento real, por ayudar a la acusada para arrojar el cuerpo del agraviado en un montículo de basura, a espaldas del colegio San José. Además, se probó que la acusada registró diversas llamadas en horas de la madrugada con su hermano, en el momento en que éste fue a arrojar el cadáver del agraviado.
Testigos indicaron que la acusada era una persona celosa, por ese motivo el agraviado alquiló una habitación; acreditándose que éste presentaba lesiones conforme a su historia clínica. A la fecha, se encuentra pendiente el juicio al hermano de la acusada, prófugo de la justicia, quien tiene una orden de captura a nivel nacional.