Ayacucho: Fiscalía logra prisión preventiva para investigado por terrorismo y crimen de tres pobladores en Comunpampa en 1995
Nota de prensa
Fotos: Oficina de Imagen Institucional
7 de noviembre de 2024 - 7:53 a. m.
La Fiscalía Penal Supraprovincial Especializada en Delitos de Terrorismo y Delitos Conexos de Ayacucho, a cargo del responsable de la investigación, fiscal adjunto provincial Alfredo Nieto Huamaní, logró que se declare fundado el requerimiento de prisión preventiva por el plazo de 18 meses contra Aníbal Castro (52), investigado por el delito de terrorismo, en agravio del Estado.
El 22 de junio de 1995, el ya fallecido ‘camarada Cayo’, junto a Aníbal Castro ‘Joselo’ y el menor ‘Andrés’ (14), miembros de Sendero Luminoso, llegaron a una vivienda del caserío Comunpampa, distrito de Querobamba, provincia de Sucre, Ayacucho, donde se encontraba C. R. A. (78) junto a su esposa F. A. P. (80), quienes los recibieron confundiéndolos con policías y les habrían invitado comida.
C. R. A., quien habría estado con signos de ebriedad, mencionó a los visitantes sobre la muerte de tres o cuatro senderistas cuando llegaron a su casa a pedir alimentos; por ello, ‘Cayo’ lo culpó de las muertes. Asimismo, le preguntó sobre otra persona que residía en su chacra, a lo que C. R. A. respondió que también vivía con su hijo E. R. A., tras lo cual ‘Cayo’ habría ordenado a ‘Joselo’ y ‘Andrés’ traer a E. R. A. (52) y a los que encuentren, quienes
volvieron con él y dos niñas.
Posteriormente, ‘Joselo’ ordenó a F. A. P. salir de su cocina y a las menores que se sienten y no miren. Después, ‘Cayo’ volvió a increpar a C. R. A. y también a su hijo, a quien comenzó a golpear ante el reclamo de C. R. A., quien habría dicho que le pegue a él, entonces ‘Cayo’ le disparó en la cabeza, muriendo en el acto. La esposa clamó por la vida de su hijo, hecho que generó que sea golpeada y arrastrada por los cabellos, para luego ser ahorcada con una soga en el patio.
Luego, los senderistas habrían sustraído mantas nuevas, moledoras de granos y herramientas agrícolas, momento en el que habrían aparecido dos varones en presunto estado de embriaguez, a los cuales ‘Joselo’ y ‘Cayo’ habrían obligado a hacer un hoyo al costado de un naranjo y arrastrar a los ancianos al mismo, donde los enterraron. Seguidamente, habrían obligado al hijo de los asesinados a cargar la manta conteniendo los objetos de valor, partiendo a Asquipata.
En el trayecto, aproximadamente a una hora de caminata, E. R. A, al no poder seguir por encontrarse herido y descalzo, habría solicitado a sus captores que lo maten o lo suelten, por lo que ‘Cayo’ y ‘José’ habrían ordenado a ‘Andrés’ que se adelante, torturando a E. R. A. Al cabo de media hora, ambos senderistas, al dar alcancé a ‘Andrés le habrían dicho que lo mataron a golpes.
Las menores, después de haber presenciado el asesinato de sus familiares, se dirigieron a Querobamba para informar a las autoridades. Al día siguiente, efectivos policiales, junto a dirigentes comunales, llegaron a Comunpampa hallando los cuerpos enterrados de los adultos mayores. El cadáver de E. R. A. fue encontrado luego de seis meses a un kilómetro de la chacra donde fueron asesinados sus padres.
Distrito Fiscal de Ayacucho
El 22 de junio de 1995, el ya fallecido ‘camarada Cayo’, junto a Aníbal Castro ‘Joselo’ y el menor ‘Andrés’ (14), miembros de Sendero Luminoso, llegaron a una vivienda del caserío Comunpampa, distrito de Querobamba, provincia de Sucre, Ayacucho, donde se encontraba C. R. A. (78) junto a su esposa F. A. P. (80), quienes los recibieron confundiéndolos con policías y les habrían invitado comida.
C. R. A., quien habría estado con signos de ebriedad, mencionó a los visitantes sobre la muerte de tres o cuatro senderistas cuando llegaron a su casa a pedir alimentos; por ello, ‘Cayo’ lo culpó de las muertes. Asimismo, le preguntó sobre otra persona que residía en su chacra, a lo que C. R. A. respondió que también vivía con su hijo E. R. A., tras lo cual ‘Cayo’ habría ordenado a ‘Joselo’ y ‘Andrés’ traer a E. R. A. (52) y a los que encuentren, quienes
volvieron con él y dos niñas.
Posteriormente, ‘Joselo’ ordenó a F. A. P. salir de su cocina y a las menores que se sienten y no miren. Después, ‘Cayo’ volvió a increpar a C. R. A. y también a su hijo, a quien comenzó a golpear ante el reclamo de C. R. A., quien habría dicho que le pegue a él, entonces ‘Cayo’ le disparó en la cabeza, muriendo en el acto. La esposa clamó por la vida de su hijo, hecho que generó que sea golpeada y arrastrada por los cabellos, para luego ser ahorcada con una soga en el patio.
Luego, los senderistas habrían sustraído mantas nuevas, moledoras de granos y herramientas agrícolas, momento en el que habrían aparecido dos varones en presunto estado de embriaguez, a los cuales ‘Joselo’ y ‘Cayo’ habrían obligado a hacer un hoyo al costado de un naranjo y arrastrar a los ancianos al mismo, donde los enterraron. Seguidamente, habrían obligado al hijo de los asesinados a cargar la manta conteniendo los objetos de valor, partiendo a Asquipata.
En el trayecto, aproximadamente a una hora de caminata, E. R. A, al no poder seguir por encontrarse herido y descalzo, habría solicitado a sus captores que lo maten o lo suelten, por lo que ‘Cayo’ y ‘José’ habrían ordenado a ‘Andrés’ que se adelante, torturando a E. R. A. Al cabo de media hora, ambos senderistas, al dar alcancé a ‘Andrés le habrían dicho que lo mataron a golpes.
Las menores, después de haber presenciado el asesinato de sus familiares, se dirigieron a Querobamba para informar a las autoridades. Al día siguiente, efectivos policiales, junto a dirigentes comunales, llegaron a Comunpampa hallando los cuerpos enterrados de los adultos mayores. El cadáver de E. R. A. fue encontrado luego de seis meses a un kilómetro de la chacra donde fueron asesinados sus padres.
Distrito Fiscal de Ayacucho