Niños del programa Lima Aprende cocinaron para los afectados de Villa El Salvador

Cuando los escolares siembran el valor de la solidaridad. Un grupo de niños y del programa Lima Aprende, a cargo del Ministerio de Educación (Minedu), en un noble gesto de amor al prójimo acudió a la zona de la tragedia en Villa El Salvador para brindar ayuda durante dos días a los afectados.

Los menores de la institución educativa inicial N° 65222 Señor de los Milagros, del mismo distrito, socorrieron con almuerzos que ellos mismos prepararon y repartieron con el apoyo de sus maestros y familiares.

Pese a su edad, desde muy temprano se esmeraron para preparan los potajes. El primer día compartieron un aguadito y el segundo se organizaron para cocinar un arroz con pollo. Las condiciones culinarias demostradas por los menores se deben a las clases de mini chef que aún desarrollan.

Para los escolares extranjeros conformantes del grupo, integrado en su mayoría por migrantes, la preparación de los potajes nacionales fue todo un reto por ser la primera vez que compartían esta grata experiencia.

Los agraviados asistidos, quienes viven en carpas habilitadas, olvidaron por un instante la tragedia que los embarga para reconocer el gesto solidario de los menores de educación inicial.

La acción muestra que sí es posible sembrar solidaridad y promover de manera concreta una educación con valores que identifica a Lima Aprende, un programa de inclusión educativa impulsado por el Minedu a través de la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (Drelm).

Lima Aprende, programa inclusivo

Lima Aprende es una estrategia que el año pasado permitió a las escuelas de Lima Metropolitana ofrecer 10 000 vacantes de inicial y primaria a niños y niñas que quedaron fuera del sistema escolar. Estos alumnos empezaron sus clases el 10 de junio del 2019 y culminarán en febrero del 2020.

También es importante destacar que desde el viernes 24 de enero la Drelm brinda soporte socioemocional a los menores afectados por la tragedia. Los niños y adolescentes entre 3 y 11 años de edad fueron acogidos en las carpas de refugio que funcionan como albergues temporales y cuentan con atención especializada a cargo de docentes y psicólogos.