Conoce la historia del guardaparque Emilio Aparicio, quien tiene unas tres décadas protegiendo nuestro ambiente
Nota de prensaEs maestro de nuevas generaciones de guardaparques en el Parque Nacional del Manu.


7 de junio de 2021 - 12:22 p. m.
En medio de una espesa neblina, desde la “Ruta del Zorro” en el Parque Nacional del Manu, Emilio Aparicio (62) alza su brazo para señalar el camino a seguir, tal como lo viene haciendo desde hace 28 años, ejerciendo su labor como guardaparque del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), órgano adscrito al Ministerio del Ambiente (Minam).
Durante el recorrido por ese paraíso natural, Emilio comenta que inició su labor de guardaparque, postulando a una convocatoria que escuchó a través de una emisora radial. “Estudié para ser técnico agropecuario, además de ciencias administrativas en la universidad, pero en aquella época a los guardaparques les brindaban armas para prevenir algún ataque terrorista. Fueron tiempos complicados, pero pude encajar porque en mi juventud hice el servicio militar”, afirma.
En aquel entonces, los guardaparques realizaban acciones de control y vigilancia, además de trabajar en reforestación de biohuertos. “Con el paso de los años, nos brindaron la posibilidad de realizar actividades de educación ambiental en los colegios. Eso nos permitió acercarnos a los más jóvenes y explicarles el trabajo que hacemos en favor del medio ambiente”, remarca con orgullo.
Asimismo, refiere que los guardaparques han tenido que batallar desde siempre con el sobrepastoreo y los incendios forestales, actividades que perjudican gravemente a las áreas naturales protegidas. “Nuestra formación profesional es constante, para ello nos hemos capacitado también como bomberos forestales y estamos preparados para controlar incendios”, afirma.
Así, cuenta que allá por los 90, junto con dos de sus colegas, le tocó ir a sofocar un incendio forestal que afectaba varias hectáreas de extensión en el sector “Tres Cruces”. Luego de mucho esfuerzo lograron controlar el siniestro. “Recuerdo esa ocasión, porque uno de nuestros compañeros, que recién había llegado al Manu, tuvo que debutar con esa proeza. Fue muy duro enfrentar las llamas y la espesa humareda. Actualmente, ante este tipo de escenarios, contamos con una mayor cantidad de guardaparques y tenemos un mejor equipamiento”, manifiesta.
De cara al futuro
Para Emilio Aparicio, su principal motivación ahora es poder enseñar a las futuras generaciones de guardaparques. Dice que le inspira mucho transmitir sus experiencias, los secretos y retos de esta profesión a los jóvenes que se inician en este trabajo. “Debes tener en cuenta que habrá momentos en los que estarás completamente solo, alejado, a kilómetros de la civilización. Es una gran responsabilidad proteger nuestra biodiversidad, pero entre los guardaparques nos protegemos de cualquier adversidad y somos como una familia”.
Al llegar al Orquideario del Parque Nacional del Manu, a Emilio le brillan los ojos al observar la amplia variedad de esta especie vegetal, a la cual ha ido conociendo muy bien de forma empírica a través de los años de servicio en este parque nacional. “He tenido la oportunidad de guiar a diferentes científicos de muchos países y se quedan impresionados con la flora que tiene nuestro ecosistema, nuestra cultura viva”, comenta orgulloso, en medio de esta maravillosa naturaleza.
El dato:
- Emilio Aparicio ha sido reconocido en múltiples ocasiones por su destacada y larga trayectoria, recibiendo el galardón ambiental “Premio para la Conservación Carlos Ponce del Prado 2014” y el “Premio Guardaparques”, en el año 2019 durante el III Congreso de Áreas Protegidas de Latinoamérica y el Caribe.