Minam incluye uso de drones y radares para monitoreo del nevado Huaytapallana en Junín

Nota de prensa
Sistema del Inaigem incluye equipos de alta tecnología. A partir de esos datos, se cuantificará con precisión la dinámica superficial y volumétrica de glaciares.
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7 de setiembre de 2025 - 10:47 a. m.

Junín.- Los glaciares andinos son conocidos como “torres de agua”, por su rol estratégico en el almacenamiento y regulación de los recursos hídricos para las poblaciones. Por ello y con el fin de asegurar su conservación, el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem), perteneciente al Ministerio del Ambiente (Minam), ha implementado un moderno sistema de monitoreo glaciológico en la Cordillera Huaytapallana, en Junín.

Esto permitirá no solo mantener la observación de los glaciares sino también anticipar los eventos extremos asociados al cambio climático y proveer información estratégica para la gestión sostenible del agua en la región.

Para el desarrollo de los estudios, el sistema incluye el uso de drones para fotogrametría, radar de hielo, marcadores de espesor de hielo y otros que miden propiedades glaciológicas. A partir de esos datos, se cuantificará con precisión la dinámica superficial y volumétrica de los glaciares, así como estimar su contribución hídrica a las subcuencas.

Además, teniendo en cuenta que la dinámica glaciar se asocia a la variabilidad climática, los expertos usan estaciones meteorológicas de alta montaña, sensores de albedo y realizan mediciones de contaminantes atmosféricos como el carbono negro.

En la cordillera Huaytapallana, los científicos del Inaigem calibrarán y validarán modelos de balance de masa, que permitirá reproducir con precisión la variabilidad glaciar y aplicar los resultados en la subcuenca del río Shullcas, principal fuente de agua para la ciudad de Huancayo.

Impacto climático

A nivel global, los glaciares enfrentan un retroceso acelerado como consecuencia del aumento de la temperatura del aire, cambios en las fases de precipitación y la intensificación de las actividades humanas. Eso pone en riesgo su conservación y las actividades productivas que en su ámbito se desarrollan. Su reducción progresiva compromete seriamente la seguridad hídrica en los próximos años.

Por ello, el Inaigem observa permanentemente todas las partes congeladas de nuestro territorio (criosfera) para generar valor público a la ciencia y garantizar la seguridad hídrica de la población y sus medios de vida.