Compromiso social se refleja en atención que reciben ciudadanos y usuarios del Midis

La vocación de servicio es uno de los valores que se refleja en Aníbal Molina, de 60 años, quien labora en la Oficina de Atención al Ciudadano del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), orientando y brindando información a los usuarios del Midis y a la ciudadanía en la sede central, en San Isidro.

Dedicado, empático y con un gran sentido de la responsabilidad, este comprometido trabajador del Midis atiende a las personas como si se tratase de su familia.

Su barrio, Villa María del Triunfo, es testigo de las bondades de don Aníbal, quien pone de manifiesto toda esa bondad y don de persona que tiene para dar al prójimo, siempre con una sonrisa y con el deseo de ayudar a todo cuanto pueda.

“Él siempre tiene esa paciencia y esas cualidades que realmente yo rescato y admiro”, menciona la señora Rosa Vidal, vecina de don Aníbal.

Soltero y sin hijos, encontró su verdadera vocación cuando inició sus labores en las oficinas encargadas de brindar información a los usuarios del Midis. Recuerda con alegría la anécdota que vivió con una persona adulta mayor.

“Una vez atendí a una señora que quería saber si iba a ser afiliada a Pensión 65 y cuando revisé el padrón ya había sido incorporada al programa. La señora se fue muy contenta, le salieron lágrimas, me agradeció tremendamente. Después se fue a la procesión del Señor de los Milagros y me trajo una estampita”, nos dice un emocionado Aníbal.

Vive con su madre doña María, a quien atiende a diario con cariño y la misma dedicación que pone de manifiesto con cada uno de los ancianitos que lo visitan en su módulo de atención al ciudadano. No escatima esfuerzos para darle todo lo que ella le pide. Sin dudas, clara evidencia de la gran persona que es don Aníbal.

Trabajador y responsable, pero sobre todo nos deja claro que su trabajo lo hace feliz: “Me encanta mucho atender a las personas que requieren ayuda social”, nos dice.

Siempre positivo, con un alto sentido del compromiso social y la vocación de servicio manifiesta a flor de piel, Aníbal llega a diario feliz a su puesto de trabajo, con el ánimo al tope y dejando claro que lo suyo es “estar presente para los que más lo necesitan”.