Perú compartió experiencias sobre políticas de desarrollo social frente a la COVID-19 con países de América Latina y el Caribe
Nota de prensaTitular del Midis participó en la IV Reunión de la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe organizada por Cepal.

27 de octubre de 2021 - 1:30 p. m.
La ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Dina Ercilia Boluarte, participó en el panel “Propuestas para una recuperación transformadora con resiliencia e inclusión (enfoque hacia 2030 en una época de cambios/crisis)” de la IV Reunión de la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe y el XIII Foro Ministerial para el Desarrollo en América Latina y el Caribe, con la finalidad de promover en la región el mejoramiento de las políticas nacionales de desarrollo social y la cooperación internacional, regional y bilateral en el ámbito social para examinar la pobreza, la desigualdad y las brechas estructurales.
En el evento virtual, organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la titular del Midis informó que de acuerdo con el análisis realizado por PNUD se estima que, en el Perú, alrededor de 5.8 millones (65 %) de hogares se encuentran en situación de vulnerabilidad monetaria, alimentaria, laboral, financiera, hídrica o una combinación de estas.
En este sentido, explicó que ante la pandemia de la COVID-19, en el Perú los hogares y las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad tienen dificultades para anticipar, resistir y recuperarse, por lo que el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social adoptó diversas estrategias.
“Estas estrategias están orientadas a la protección social y seguridad alimentaria de los hogares en situación de pobreza y pobreza extrema, y vulnerabilidad. De esta forma, el Midis viene otorgando subsidios monetarios y la asistencia alimentaria para atender la necesidad inmediata de los hogares cuya economía se vio afectada por la pandemia, y, a través de las medidas temporales de protección social está desarrollando las capacidades de las personas y los hogares para adecuarse y prepararse ante las nuevas condiciones producidas por la pandemia”, explicó la ministra Dina Boluarte.
Además, explicó que resulta crucial ampliar el alcance de la labor del Midis, puesto que, desde su creación en el 2011, ha venido respondiendo a las grandes desigualdades del país, priorizando sus intervenciones hacia la atención de la población en situación de pobreza y pobreza extrema. “En el mediano plazo resulta fundamental sentar las bases para la generación de un nuevo contrato social que priorice el desarrollo humano, la sostenibilidad, la equidad y el acceso a servicios públicos de calidad”, puntualizó.
La ministra de Desarrollo e Inclusión Social concluyó su participación indicando que se requiere tres condiciones transversales para seguir avanzando a favor de los hogares más vulnerables: la construcción de un registro nacional de hogares y el fortalecimiento del Sisfoh, la inclusión y educación financiera y el fortalecimiento de los servicios básicos y la conectividad.
En el panel también intervinieron los ministros de Desarrollo Social de Guatemala, Brasil y Uruguay, quienes discutieron los principales lineamientos de política para avanzar hacia una reconstrucción transformadora, con el desarrollo de sistemas de protección social universales, integrales, sostenibles y resilientes, enfocadas en la doble resiliencia (poblacional e institucional) y la inclusión social y laboral como vía para salir de la crisis provocada por la COVID-19.
En el evento virtual, organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la titular del Midis informó que de acuerdo con el análisis realizado por PNUD se estima que, en el Perú, alrededor de 5.8 millones (65 %) de hogares se encuentran en situación de vulnerabilidad monetaria, alimentaria, laboral, financiera, hídrica o una combinación de estas.
En este sentido, explicó que ante la pandemia de la COVID-19, en el Perú los hogares y las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad tienen dificultades para anticipar, resistir y recuperarse, por lo que el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social adoptó diversas estrategias.
“Estas estrategias están orientadas a la protección social y seguridad alimentaria de los hogares en situación de pobreza y pobreza extrema, y vulnerabilidad. De esta forma, el Midis viene otorgando subsidios monetarios y la asistencia alimentaria para atender la necesidad inmediata de los hogares cuya economía se vio afectada por la pandemia, y, a través de las medidas temporales de protección social está desarrollando las capacidades de las personas y los hogares para adecuarse y prepararse ante las nuevas condiciones producidas por la pandemia”, explicó la ministra Dina Boluarte.
Además, explicó que resulta crucial ampliar el alcance de la labor del Midis, puesto que, desde su creación en el 2011, ha venido respondiendo a las grandes desigualdades del país, priorizando sus intervenciones hacia la atención de la población en situación de pobreza y pobreza extrema. “En el mediano plazo resulta fundamental sentar las bases para la generación de un nuevo contrato social que priorice el desarrollo humano, la sostenibilidad, la equidad y el acceso a servicios públicos de calidad”, puntualizó.
La ministra de Desarrollo e Inclusión Social concluyó su participación indicando que se requiere tres condiciones transversales para seguir avanzando a favor de los hogares más vulnerables: la construcción de un registro nacional de hogares y el fortalecimiento del Sisfoh, la inclusión y educación financiera y el fortalecimiento de los servicios básicos y la conectividad.
En el panel también intervinieron los ministros de Desarrollo Social de Guatemala, Brasil y Uruguay, quienes discutieron los principales lineamientos de política para avanzar hacia una reconstrucción transformadora, con el desarrollo de sistemas de protección social universales, integrales, sostenibles y resilientes, enfocadas en la doble resiliencia (poblacional e institucional) y la inclusión social y laboral como vía para salir de la crisis provocada por la COVID-19.