Criador de alpacas reflotará su negocio agropecuario con parte del Bono Familiar Universal en las alturas de Ayacucho

Nota de prensa
Muchos hogares del ámbito rural usan el subsidio para empezar o mantener emprendimientos, además de comprar alimentos y medicinas.

Oficina General de Comunicación Estratégica

13 de noviembre de 2020 - 3:31 p. m.

Las crisis sacan lo mejor de hombres valientes como Abilio Ramos Taipe, criador de alpacas en las alturas de la región Ayacucho. A pesar de que la venta de fibra de lana de alpaca se cayó de bruces a causa de la merma económica generada por la pandemia del coronavirus, Abilio, de 58 años, no se da por vencido y usará parcialmente la nueva versión del Bono Familiar Universal (BFU) para reflotar su negocio agropecuario.

En el Tambo Vista Alegre de Ccarchuaccocco, en el distrito de Paras, en la provincia ayacuchana de Cangallo, Abilio ya tenía claro su plan mientras cobraba el subsidio de S/ 760, con el cual el Gobierno Nacional busca apoyar económicamente a las familias vulnerables en el marco de la emergencia sanitaria. El criador de alpacas recibió el BFU mediante la modalidad de pago Empresa Transportadora de Valores, a través de un ‘carrito pagador’.

“El negocio de la venta de fibra de lana y la carne de alpaca bajó mucho, pero voy a empezar de nuevo. Esta pandemia no me tumba. La cosa está difícil, pero con parte del dinero del bono compraré follaje para alimentar a mis alpacas. También compraré semillas para sembrar plantas que hagan productiva mi tierrita. Quiero que mis animales estén gordos”, refirió Abilio, quien vive junto a su esposa, su hija y su nieto a más de 4000 m.s.n.m. y a dos horas del Tambo Vista Alegre de Ccarhuaccocco. “Con el bono también compraré alimentos para la familia”, agregó Abilio.

Así como el de Abilio, muchos hogares están usando el bono no solo para gastos de alimentación y medicinas, también para comenzar o mantener emprendimientos que les ayudan a mejorar sus ingresos. Este subsidio, en plena emergencia sanitaria, representa un apoyo para que los hogares vulnerables sostengan su economía y vayan dejando atrás la pobreza.

Con el uso de los llamados ‘carritos pagadores’, y también de ‘botes pagadores’, ‘deslizadores pagadores’, ‘hidroaviones pagadores’ y hasta de ‘helicópteros pagadores’, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) entrega el BFU a más de 498 mil hogares de zonas alejadas y de difícil acceso del ámbito rural a nivel nacional. Los pagos bajo esta modalidad se realizan en todo el país en 541 puntos de pago, entre Tambos del Programa Nacional PAIS, municipios y colegios, entre otros locales de comunidades rurales.