Pareja de nativos iskonawas cumplieron requisitos para acceder a Pensión 65

Nota Informativa

14 de marzo de 2013 - 12:00 a. m.

El esfuerzo de Pensión 65 por llegar a las poblaciones vulnerables y llevarles la subvención del Estado continúa en la Amazonía, esta vez propiciando la incorporación de adultos mayores izkonawa, una etnia amazónica en riesgo de extinción y que vive en condiciones de pobreza extrema a más de seis horas en río de Pucallpa.

En esta oportunidad, la pareja de esposos iskonawas, conformada por Pablo Rodríguez Sangama y Nelita Rodríguez Campos, fueron evaluados por personal del SISFOH y la Unidad Local Focalizada de la municipalidad distrital de Yarinaocha, con el objetivo de conocer la condición socioeconómica en que viven y determinar si cumplen el requisito de vulnerabilidad que les permita acceder a los 250 soles que cada dos meses entrega a sus usuarios Pensión 65.

Con esta gestión, Nelita Rodríguez y su esposo cumplieron el último paso para ser parte de Pensión 65, programa que está a cargo del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), el cual otorga una subvención económica a la población en extrema pobreza con el objetivo de atenuar su vulnerabilidad y mejorar sus condiciones de vida.

El jefe territorial de Pensión 65 en Ucayali, Wilson Palomino, explicó que con la evaluación realizada por el Sisfoh y la Unidad Local Focalizada de Yarinacocha a la familia Rodríguez Rodríguez, todo quedó listo para que Nelita y Pablo se conviertan en los dos primeros usuarios iskonawa de Pensión 65.

“Esta pareja de adultos mayores izkonawas han sido focalizados junto a su familia, se les ha levantado la ficha socioeconómica para saber cuáles son las condiciones en las que se vive en su hogar, y de acuerdo a esta evaluación el SISFOH determinará si califican como pobres extremos. Si es así, Nelita y Pablo se convertirían en los primeros usuarios iskonawa de Pensisón 65”, precisó.

Utilizará pensión para alimentarse mejor

Nelita Rodríguez Campos, la única nativa iskonawa que habla un poco de castellano y la más sonriente y alegre de los cinco adultos mayores ubicados por el equipo territorial del programa, se mostró feliz con la posibilidad de recibir el apoyo del Estado.

“Con esa platita que necesitamos tanto podríamos comprar fideos, frutas, azúcar, sal y jabón. También construir mi casita, porque yo vivo con mi esposo y mis dos nietos a los que he criado como mis hijos porque sus papás ya no están con nosotros”, cuenta Nelita, quien dice que tiene planeado volver a la comunidad de Chachibai junto a otros nativos iskonawa.

“Me gustaría que en Chachibai se construya una escuela para que mis nietos puedan estudiar en su lengua materna: el iskonawa. Lo que quiero en unos años es que mi comunidad y mi familia estén mejor organizadas”, asegura con una sonrisa que no desaparece nunca de su rostro.