Ayacucho: usuarias de Juntos emprenden negocio con productos para ayudar a combatir la anemia

En Pampa Cangallo, Ayacucho, dos jóvenes usuarias del programa Juntos encontraron la receta secreta del éxito y de la salud: la harina de sangrecita, poderoso insumo para luchar contra la anemia que se puede usar para preparar comidas, postres o refrescos. 

 

Ellas son Damaris Saras Joyo y Roxana Huallanca Velásquez, quienes estudiaron la carrera de Industrias Alimentarias en el Instituto Fe y Alegría y, con el apoyo de la Dirección Regional de Salud de Ayacucho, lograron emprender el negocio de una tiendita saludable.

 

En esta tiendita las personas pueden comprar directamente las bolsitas de harina de sangrecita de 5 gr, para usarlas como insumo en la preparación de todo tipo de alimentos.

 

Marianela Díaz, ingeniera del Instituto Fe y Alegría, explica que los niños pueden consumir el producto en jugos, en sopas, en guisos, o en el desayuno. “Estos 5 gramos los niños lo pueden consumir diariamente”, señala tras agregar que, para que el hierro sea mejor asimilado por el organismo, se puede acompañar los alimentos con productos ricos en vitamina C.

 

Para asegurarse que sus productos sean del agrado de todas las niñas y niños, Damaris y Roxana decidieron usar el insumo de la harina de sangrecita en un sinnúmero de productos que incluyen hasta dulces.  

 

“Nosotros elaboramos la sangrecita de hierro y lo derivamos en varios alimentos, como la galleta fortificada con hierro, el marshmallow, las gomitas, los panes con hierro, los kekes que también lo fortificamos con hierro para que los niños con anemia puedan fortalecer su sistema inmune”, explica Damaris.

 

En la tiendita saludable todos los productos tienen un precio justo. “Los precios son cómodos, son de un sol, dos soles, tres soles, que son precios accesibles a la economía de nuestra población”, comenta Roxana. 

 

Estas jóvenes son conscientes que, sin el apoyo del programa Juntos, la Dirección Regional de Salud de Ayacucho y el Instituto Fe y Alegría N.º 60, su emprendimiento no hubiera sido posible. 

 

El negocio se ha convertido en el favorito de los pampacangallinos, pero lo que más satisfacción le genera a Dámaris y a Roxana, es que sus productos no solo hacen las delicias de las niñas y niños que los consumen, sino, sobre todo, que contribuyen a combatir la anemia. Pampa Cangallo se los agradece.