Loreto: usuaria de Juntos destaca con emprendimiento en Caballococha

Los días de Giovanna del Castillo Flores (48) empiezan muy temprano. A diario despierta a las 4:00 de la madrugada para ir al puerto de Caballococha, en la provincia de Mariscal Ramón Castilla (Loreto), donde compra frutas frescas como papaya, plátano maduro y naranja, para luego preparar los ricos jugos que vende en su puesto del mercado.

Ella es usuaria del programa Juntos del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y tiene 3 hijos: Raúl de 13 que estudia en el colegio. Gracias al abono que recibía del Estado, pudo comenzar con su negocio que ha permitido a su familia mejorar sus condiciones económicas.

Pero no fue fácil. Doña Giovanna empezó como vendedora muy joven. Como la economía de su hogar era precaria, no tuvo la opción de seguir una carrera profesional, así que decidió generar sus propios ingresos agenciándose de una licuadora prestada con la que empezó su negocio.

“Al inicio fue muy complicado. Los jugos me salían aguados, los clientes me reclamaban porque siempre le faltaba azúcar o algo para mejorarlo, pero no me desanime y en casa iba preparando y probando, motivándome para salir adelante. Así, poco a poco, fui encontrando el punto exacto para llegar a preparar los jugos más ricos de Caballococha”, recuerda.

Además, comenta que siempre recibía las visitas y el acompañamiento de los gestores locales del programa Juntos, quienes le aconsejaban sobre la importancia de que pueda cumplir con sus corresponsabilidades para recibir el incentivo económico bimensual.

Pero la vida le tendría más pruebas. El 29 de agosto del año 2020, se quedó, literalmente en la calle, luego que un incendio dejara su vivienda reducida a cenizas. Sin embargo, gracias al apoyo de sus vecinos y del programa Juntos, pudo sacar adelante a su familia. “Juntos a mí me ayuda bastante. Yo he podido comenzar mi negocio con el abono que recibía”, señala doña Giovanna.

Ante el éxito de sus jugos y la nutrida concurrencia que a diario visita su puesto, decidió incorporar a su negocio, la venta de comida con un menú variado, preparando el conocido pango de pescado gamitana, inchicapi de gallina, pollo con papa, entre otros platos, que se han vuelto los favoritos de sus comensales.

Ahora, su objetivo es salir del puestito de mercado que tiene y poder abrir su propio restaurante. Sabe, por experiencia propia, que con esfuerzo y dedicación, y el apoyo de sus hijos, podrá lograrlo.