Diana cruz arroyo: el símbolo de la lucha del ´team Perú’
Nota de prensa
14 de diciembre de 2017 - 10:30 a. m.
Cruz bendita. No sonaron los acordes del Himno Nacional, ni flameó la bandera ‘blanquirroja’ en suelo cafetero por un absurdo error que le impidió el honor de sentirse justa campeona en los pasados Juegos Bolivarianos. Pero la justicia llega más tarde que nunca, dicen, y Diana Cruz Arroyo pudo subirse al pedestal de las glorias del deporte nacional en el auditorio del Comité Olímpico Peruano, frente a sus compañeros de delegación, a su hijo Mizael y junto a sus padres, un premio a la constancia y perseverancia que es característico en esta deportista limeña.
Gracias al esfuerzo de su padre Juan Cruz y a los delegados del Comité Olímpico Peruano, Diana pudo colgarse merecidamente la medalla de oro en suelo patrio - quizá como una premonición a lo que pueda ocurrir en 2019 – y ser reconocida, además, como el símbolo de la constancia y el triunfo de este ‘Team Perú’.
“No me lo esperaba, me han tomado de sorpresa este anuncio. Lo único que quería era mi medalla. No sabía cómo iba a ser esta entrega, pero me siento orgullosa”
La campeona Bolivariana recuerda con molestar no haber podido escuchar el himno en lo más alto del podio. Pero sin embargo agradece el esfuerzo de quienes pelearon para que la medalla regrese a sus manos y a las del Perú.
“Imagínense ustedes esperar que te entreguen tu medalla delante de todos los deportistas, todo atleta desea eso, en el extranjero quiere escuchar el Himno Nacional y a mí no me tocó. Al día siguiente fue una premiación terrible porque el comité organizador se portó mal conmigo. Y lograr que mis comisionados y dirigentes logren traer mi medalla fue importante, y estoy muy agradecida”.
Diana es una luchadora de cuna. No en balde se ha formado con esa constancia que trae consigo la estirpe Cruz. Su padre, es tricampeón Bolivariano y siempre lo vio subido en el podio escuchando el Himno Nacional. Ahora su sueño es ver a su pequeño Mizael que siga las huellas de esta dinastía que se resiste a extinguirse.
“Yo desde chiquitita siempre he estado en el mundo de la lucha. Por mi padre Tengo dos zapatos grandes que llenar, porque él es tricampeón Bolivariano, pero creo que voy en buen camino”.
Como la familia es un factor influyente en todo logro, Diana no se olvida de quienes la impulsaron y apoyaron para poder conseguir el éxito. La motivación siempre vendrá del amor y el respaldo de sus seres queridos, y son a ellos a quienes se les dedica todos los triunfos.
“Dedico esta medalla a mi madre, a mi padre y a mi hijo, que son mis pilares. Mi madre en especial que es mi pilar porque sin ella no hubiese podido llegar a esto. A el padre de mi hijo, mi esposo, que estuvo conmigo día a día entrenando. Mi padre también ha sido muy importante para mí, sin mi padre no hubiese estado conmigo en Santa Marte ni me hubiesen premiado porque el peleó, lucho por eso. Fue importante que lo conozcan porque es un luchador con historia”
En mayo de 2018 el ‘Team Perú’ tendrá que enfrentar otro gran desafío con los Sudamericanos Cochabamba 2018, un reto por el que Diana, la joven madre de San Juan de Lurigancho, ya apunta con gran convicción.
“Todos estamos esperando los Juegos Sudamericanos eso es lo más importante ahora para mí, y los Panamericanos. Yo en especial voy a ir a entregar todo allí”
No importa cuán difícil sea el camino, ni los vericuetos que se deban vencer. Lo importante es la satisfacción de haber dejado todo y subir con orgullo al podio gracias a tu esfuerzo. Ese es el camino. El camino de todos los atletas peruanos rumbo a los juegos Panamericanos Lima 2019.